viernes, 30 de noviembre de 2012

El diluvio de la Mesopotamia Paraguaya


Un día después, cuando el sol se asomó y descubrió su temple ante la pasada catástrofe, Utnapishtim González sobaba su tereré en su embarcación, que estaba encima de lo que otrora se conocía como "Plaza Uruguaya".

Orgulloso y tranquilo, no pudo creer aún que era quizás era uno de los pocos sobrevivientes de la antigua mesopotamia paraguaya, quizás el último varón adulto, y que después de él se hablaría de la "extinta raza paraguaya". En la memoria de sus hijos, Asunción no sería más que un mito de la estirpe de la Atlántida -sólo que sin sus adelantos ni nobleza ni belleza-.

Pero el problema radica en que la diosa Tiamat siempre aborreció la mesopotamia paraguaya, aún antes de que ésta existiese, cuando sus futuros habitantes eran aún pueblos nómadas con las carnes descubiertas.

Tiamat advirtió a los dioses Annunaki su odio por la mesopotamia paraguaya, especialmente a las gentes que emanaban de sus barros, por eso ella les suplicó que alejen esa abominable tierra de ella, y esa es la razón por la que la mesopotamia paraguaya nunca lindó con las pieles de Tiamat.

Sin embargo, la distancia sola no pudo hacer olvidar a Tiamat de su aversión por tal territorio. Las acciones de sus pobladores: antropófagos, usureros, ladrones, vulgares y enajenados  llegaban al conocimiento de la diosa. Así, la diosa permitió el paso de toda clase de infortunios a sus fronteras a través de la ayuda del dios Enlil con sus imbatibles vientos, amenazando a sus pobladores.

Así cada generación estuvo sometida a los peores de sus exponentes, devorando a los más débiles y privando a los restantes de las nociones elementales de la causa y el efecto y lo falso y verdadero. Los seres de barro mesopotámicos vivían en un mundo impregnado de mitos y estupidez, exceso y aniquilación, despojo e injusticia, pilares no sólo de su propia destrucción, sino la de aquellos que rozasen con ellos.

Tiamat un día, al ver esos patéticos homúnculos de barro deleitándose en las más subterráneas bajezas, que hasta avergonzarían a los demás miembros del reino animal compartir clasificación con tales entes, grito ¡BASTA!.

Con toda violencia arrojó a los océanos, elevó los lagos y desbordó los ríos, con la ayuda de su fiel esposo Apsu. Las olas adquirieron una monstruosa altura que pareciera que engulliría la tierra entera, sin embargo las aguas solamente apuntaron a aquella mesopotamia. 

Pero muy antes de eso, Tiamat se dirigió a Utnapishtim, el único morador que la diosa apreciaba de aquella tierra, y entregándole un collar dijo: "Construye una embarcación, y sube en ella a los tuyos y tus animales. Sólo tú te salvarás, y de ti emanarán nuevas y mejores sociedades"

Así fue como ocurrió todo. 

Así fue como desapareció aquel enclave de perpetua decadencia.

Fue el agua, no el fuego, el artífice de esa destrucción creativa. 

El agua, en su nobleza, demostró el poder de la creación sobre lo creado. Con su impetuosidad calma y purificadora, arrastró consigo a esas criaturas y su mugre. 

El status quo ha muerto, el agua se lo ha llevado. 

Y Tiamat sonrío. 





viernes, 9 de noviembre de 2012

"Abulio, el inútil" por Irina Ráfols.

"Por eso di a luz a un libro autobiográfico, al que llamé: Abulio, el inútil. Donde describo cómo, desde la aparente inutilidad, se puede encontrar improvisadamente una vida llena de trascendencia. Y lo llené de inseguridades y contradicciones porque era humano. Le imprimí mis emociones y mis estados de ánimo. Lo colmé con huellas ajenas y mías porque el ser humano no puede vivir aislado y el protagonismo no surge sin los otros. Ansíe que pudieran caber en él quienes se sintieran desplazados, marginados o acorralados, los que quisieran huir como yo quise, los que quisieran encontrarse como yo mismo me encontré. Los que andan tras los caminos que otros delinearon, y los que se rebelan con todo derecho a no transitar el camino de los otros. La existencia no agota sus recursos, la imaginación puede regar todas las fantasías de la vida, volverlas de piel y huesos, dotarlas de espíritu, y hasta darles un nombre con el posible milagro de que algún hombre llegue a soñar con esa esencia creada y se la apropie.

Y así concluyo viendo un fluir de estados, de espejillos rotos que refractan una luz inesperada desde la oscuridad de voces y murmuraciones, de locura e inspiración. Es como armar un sólo hombre con todos los hombres del mundo, sentir que la vida está hecha de todas las vidas. Ninguna vale más que la otra, ningún ser es menos. Todos llevan dentro de sí el fuego del cambio, el don de la posibilidad, porque en realidad, si indagan, si lo experimentan con la suficiente sensibilidad y pasión, verán que no hay límites. Nada cierra las posibilidades de ser. Nada estará definitivamente dicho mientras el hombre exista"  




¿Te da ganas de leer más? Te recomiendo adquirir esta novela: "Abulio, el inútil" de la escritora Irina Ráfols, nacida en Montevideo pero radicada en el Paraguay. Te paso su mini-curriculum:

Irina Ráfols nació en Montevideo en 1967. Desde hace varios años está radicada en Paraguay. Es licenciada en Letras, profesora en colegios y universidades. Dirige la Escuela de Escritores del Centro Cultural El Lector. En el 2004 publicó Esperando en un café (cuentos) segunda edición 2011; en 2005 publicó Desde el insomnio (poesías) y la primera edición de Abulio, el inútil (novela); en el 2009, Alcaesto (novela). Publica artículos sobre análisis y crítica literaria en diarios y revistas. 


¡A seguir explotando la literatura de estas tierras!


Amor Estoy Harto del Amor


Amor
Estoy harto del
Amor
Caldo de  cultivo de las rancias manifestaciones del espíritu
Monotonía y cacofonía
de las construcciones intelectuales del hombre.
Razón primera de la pobreza artística

Amor
Estoy harto del
Amor

No hablaré de él
Lo evitaré
No sucumbiré
a su enfermedad

Amor
Estoy harto del
Amor

¡Que se muera la cursilería!
¡Que las canciones románticas agonicen!
¡Que el mundo deje de pensar binariamente!
Que el Hombre sea Libre.

Amor
Estoy harto del
Amor

Que los artistas canten al Infinito
a la Libertad, a la Amistad
Hay tanto por escoger
Pero ¿por qué persisten en el Amor?

Enajenados, 
títeres veleidosos
homúnculos patéticos
¡Abandonad la opresión!

Amor
Estoy harto del
Amor







jueves, 8 de noviembre de 2012

El Hada de la Noche: Sinfonía n° 6 de Mahler - Andante Moderato

Este es un regalo que me hizo la Noche. ¡Qué gusto perderse y esconderse entre los sonidos de esta obra! Son escasísimos los placeres cómo estos.

Que la Noche te envuelva y su oscuridad te dé sosiego y reposo.


martes, 6 de noviembre de 2012

La muerte del lenguaje y su resurrección

Tarde o temprano, el lenguaje debe morir. Y aquí nos lo evidencia Beethoven, quien asesina la Palabra para luego hacerla resucitar de la mano de su asesina, la Música.