domingo, 20 de septiembre de 2015

Entrevista con Andrés Colmán Gutiérrez


ANDRÉS COLMÁN NOS HABLA SOBRE EL FUTURO DEL PERIODISMO

El Periodismo en el mundo está en crisis”


El periodismo es una aventura fascinante con las nuevas tecnologías, el tema es hacerlo viable como negocio”.

El veterano periodista de investigación de Última Hora, Andrés Colmán Gutiérrez, nos comenta la difícil coyuntura actual para el ejercicio de la profesión periodística. Así mismo, nos esboza un paisaje futuro para el oficio aún más complicado pero esperanzador, en palabras de él. “El periodismo no va a morir” asegura.
¿Cuál es la situación del ejercicio del periodismo en el mundo?

Bueno primero te diría que el periodismo en el mundo, y por supuesto en Paraguay, está en crisis por todo lo que significa el avance de la tecnología que ponen en crisis los medios tradicionales y crean una gran cantidad de medios nuevos. Saca el ejercicio del periodismo de los periodistas y da posibilidad de informar a los ciudadanos desde un simple y de compartir información en las redes sociales.

El periodismo digital puso en crisis los modelos de negocios tradicionales y además está la prensa escrita donde los diarios están dejando de vender ejemplares. Tienen que crear formatos digitales donde no hay ingresos, por lo tanto es muy difícil es sostener una redacción de calidad, pagar buenos sueldos.

Es una crisis grande que afectó sobre todo a los países industrializados, principalmente EEUU y está empezando a afectar también a Paraguay. Los diarios más importantes, Abc y Última Hora están con serias preocupaciones sobre cómo sostener las redacciones con buenos periodistas cuando no están ganando la misma cantidad de dinero de lo que ganaban antes.

Al mismo tiempo el modelo mismo del periodismo está en crisis. 20 años atrás nosotros escribíamos en un diario, no sabíamos si el ciudadano le gustaba o no le gustaba lo que escribíamos pero igual compraba el diario. Hoy lo que escribimos en la redacción automáticamente tiene respuesta de la ciudadanía. Por un lado se genera una auténtica comunicación, es decir, vos tenés retorno de lo que vos estás escribiendo tiene alcance. Se multiplicó la audiencia. Antes los diarios tenían 80.000 ejemplares, hoy en un sitio web entra a leerte fácilmente 500.000 personas por día. Entonces, cambió el concepto de comunicación pero al mismo tiempo tenés una competencia muy fuerte de lo que se llama periodismo ciudadano, bloggeros, etc. Estamos replanteándonos lo que significa ser periodistas. Los que venimos del papel impreso estamos aprendiendo a hacer periodismo digital y cómo conciliar esos dos universos.

Yo creo que en el tema de la universidad es mucho más dramático porque las universidades siempre llegan tarde. Están formando para ser periodistas tradicionales de televisión, radio, prensa escrita y eso ya murió.

Algunos están entrando en la formación de periodismo web pero siempre atrás. Y el cambio de formato, que también altera el contenido porque crea formas narrativas nuevas y es muy vertiginoso. Ahora estamos terminando de aprender a hacer periodismo para formato escritorio, formato de laptop, mientras que el 70% de la gente está consumiendo ya en móvil y el formato es distinto. Es aprender todo de vuelta y adaptar a lenguajes móviles.

¿Se vislumbra la desaparición del periodista como profesional?

Lo que hay es una mutación muy acelerada, estamos mutando, aprendiendo. Antes yo salía con una libretita y un bolígrafo y en todo caso una grabadora y recogía la información y me acompañaba un fotógrafo. Ahora tengo que aprender a hacer video, tengo que aprender a editar video, tengo que aprender a tuitear, a alzar en redes mi información, a retroalimentar desde las redes mi página web, a redactar en tiempo real. Es decir, se multiplica mucho más. Para mí es alucinante, es interesante el proceso, ves cómo la gente está vibrando con lo que estás diciendo. Pero por otra parte, la gente no quiere pagar por eso. Quiere consumir gratis la información entonces de dónde sale mi sueldo es la pregunta.

Creo que se replantea el ser periodista. Y creo que hay necesidad de él porque a diferencia de 20 años atrás, donde había pobreza de información, hoy hay muchísima información y el desafío es al revés. Antes necesitabas un periodista que te informe, ahora necesitas un periodista que te seleccione la información y que te diga “esto es lo realmente importante” en la hojarasca de noticias que hay. Porque cualquiera puede alzar una foto pero ¿quién te dice lo importante y qué historia hay detrás? Es alguien que tiene que prepararse.

Yo creo que ahí entra en crisis qué periodista formamos desde la universidad, la educación no es adecuada a la exigencia de las redacciones. No lo estaban con el modelo anterior y menos aún con el modelo actual. Hoy las redacciones exigen community manager, expertos en redes, expertos en páginas webs, que sepan editar videos, cuestiones interactivas. Y la facultad no forma para esto.

¿Esto no provoca también una precarización del trabajo ya que se le exige herramientas que pertenecen a otras profesiones como el diseño gráfico, la programación web, etc?

Eso es inevitable. Ese es el modelo de periodismo que hoy se hace. Hay compañeros veteranos que dicen “yo tengo que redactar nomás”. Si solamente esa es la cualidad que podés ofrecer, quedás fuera.

Yo no creo que sea precarización. A mí me encanta haber aprendido a editar videos, me encanta sacar fotos, transmitir en vivo con las nuevas herramientas. Y creo que, lo que antes escribía para un diario donde me leían 30.000 personas, ahora estoy escribiendo y al instante la gente me está retornando y el público se multiplicó. La portada de Ultima Hora digital por lo menos 500.000 personas lo miran. Me gustaría que me paguen bien por eso pero yo no temo hacer funciones de cameraman, de editor o de lo que haya que hacer. Porque todo eso es comunicación.

El tema es que nos paguen dignamente, y ese es un tema sindical. El modelo de negocios del periodismo es el que está en crisis.

No obstante, a la par de los medios tradicionales, enormes y costosos, están surgiendo medios nuevos, alternativos en la era de internet. Estos últimos son con bajo costo y se desempeñan con bastante creatividad, generando modelos de negocios distintos. Por ejemplo, la revista Orsai, perteneciente a un periodista argentino que reside en Barcelona. Es una revista narrativa de gran calidad, impresa, tradicional. Pero para poder hacerlo utiliza las redes sociales.

Eso es respecto al soporte, ahora bien, ¿qué hace falta en el ejercicio del periodismo actual, acá?
El periodismo sigue siendo el mismo desde su creación. Eso no ha variado desde la época impresa. Las críticas que se hacían al monopolio, al control, por ejemplo el Informe McBride de la UNESCO en 1980, que denunciaban cómo las grandes agencias monopolizaban ideológicamente la información en el mundo y planteaban una democratización. Allí apareció Marshall McLuhan que planteó un nuevo orden mundial en la comunicación y hablaba de una democratización informativa. Yo creo que internet hizo posible eso que no lo fue a nivel político, ayudó a democratizar la información.

Yo, por ejemplo, estudiante de periodismo 20 años atrás decía que nunca podríamos hacer el periodismo que queríamos porque no tenemos dinero como para adquirir un diario, radio, canal. Ahora internet me permite hacer el periodismo que yo quiero con solo tener acceso al mismo. Ya no tengo excusa.

Los parámetros de ética periodística, de responsabilidad, siguen siendo los mismos. Yo como periodista tengo que tener en cuenta eso tanto en su versión convencional como en su nueva versión digital.

Algunas cosas cambian, por ejemplo las formas narrativas. Yo tengo que combinar texto con imagen multimedia y debo aprender esos recursos para brindar a ese nuevo público cosas interesantes. No solo es una cuestión de forma sino de contenido.

Hay una discusión de fondo sobre si debe ser extenso o breve. Yo he hecho reportajes en la web que han tenido por ejemplo 30.000 palabras, algo que en la prensa escrita jamás se hubiera publicado. Hice un reportaje llamado “Las aventuras de un narcopiloto”, el tío preso de Horacio Cartes, donde conté su historia usando videos, enlaces, cosas interactivas. Si eso lo publicaba en el diario serían necesarios 5 diarios solamente para ese tema. Y todos decían “nadie va a leer algo tan largo” y sin embargo fue el reportaje más leído durante tres semanas. Ahí se rompió un mito: si el reportaje está bien escrito, si es interesante, si es un tema que impacta, la gente leerá por más largo que sea y pedirá más.

El periodismo es una aventura fascinante con las nuevas tecnologías, el tema es hacerlo viable como negocio. Que de algún lado salga el dinero que nos pagará y que no sea del narcotráfico, contrabando, corrupción sino que sea un dinero honesto que permita pagar un periodismo de calidad.

Lo que están haciendo en muchos países es solventar con aportes de donantes, en EEUU se hace mucho, por ejemplo el portal ProPublica. Hay otros ejemplos financiados por agencias de cooperación internacional que desean apoyar periodismo de investigación o fundaciones.

No hay empresa por internet que pueda subsistir de la publicidad únicamente y la suscripción por internet no da los resultados esperados, un ejemplo es el New York Times que tuvo que dar vuelta atrás porque no le funcionó como negocio. Aún no se encuentra la manera de hacer que el internet sea viable. Ese es el gran desafío. En algunos casos sacrifican sus unidades investigativas o notas de fondo o reportajes y se van trivializando porque no pueden pagar.


¿El futuro del periodismo se encuentra en internet a pesar de todo este panorama incierto?
Yo creo que estamos haciendo periodismo en el momento de mayor revolución y evolución digital comparado, pero multiplicado mucho más, que cuando se inventó la imprenta. Antes de Gutenberg la cultura estaba encerrada en unos libros exquisitos, hechos a manos. Lo que hizo Gutenberg fue masificar la cultura. Internet es ese mismo fenómeno en la cultura mundial, pero multiplicado por miles. En un click podés entrar a la gran biblioteca del mundo.

El tema es que seamos creativos, primero usarlo responsablemente. Segundo, producir un producto que a la gente le interese y la gente consuma. Todo el mundo critica a la prensa empresarial, a la que produce Zuccolillo, Vierci pero nadie realiza un producto distinto. Hasta ahora la gente que quiere saber lo que pasó acude a Abc y a Última Hora, estos marcan la pauta a la hora de ofrecer información.

El periodismo no va a morir. Está entrando en un proceso de revolución y evolución. El tema es quién nos sustenta. Ahí creo que la sociedad misma tiene un desafío puesto que ella necesita un modelo de periodismo que le sirva, le provea buena información, le ayude a entender lo que pasa.
Hay necesidad de buen periodismo: periodismo narrativo, investigación y periodismo básico, instantáneo y urgente.

¿Qué es lo que marca la diferencia entre el periodismo ciudadano y el periodismo ejercido por periodistas?

Yo creo que el periodismo ciudadano no existe, es una falacia. El ciudadano que informa no es periodista, no va más allá de la historia. A mí, periodista, me sirve la foto que me suministre el ciudadano y uso esa información. Pero la historia, el desarrollo periodístico, debe hacerlo un profesional. En realidad el ciudadano es una fuente. Lo que sí hay es una multiplicación de fuentes.


martes, 1 de septiembre de 2015

"Me encanta tu cabello"

"Me encanta tu cabello." La miró de arriba abajo. "¿Puedo tener uno?" le preguntó el muchacho en un juego.
"No" espetó con gravedad la niña de cabellos imposibles y kilométricos. "Si te doy acaso un cabello, perderé un año de vida. Cada cabello que se me cae es un año que no viviré, un futuro que deja de existir."

viernes, 28 de agosto de 2015

Si el amanecer no fuera cierto



Si el amanecer no fuera cierto,
la noche sería reina

Y así las coronas empíreas
fulgirían este insano poema

cubiertas entre el cobijo
de sus silentes velos.

Y los astros reirían al fin
por el estruendo bruno

del secreto que se nos escapa.
 

Tempestad imprevista

Si pudiera ser 
La tempestad imprevista
La lágrima ventura
de sueños de pétalos
danzantes en tus ojos
así, extraviados.

domingo, 19 de julio de 2015

De sueños (Opus Nro 2)

Continuación de http://lamoradadenorma.blogspot.com/2015/02/de-suenos.html

-----
 
El mundo de los despiertos es uno insípido, incoloro, llano y burdo. 

Me gustaría pintar mis sueños, pero ni aún así los retrataría con fidelidad. La fotografía no sería justicia.

No habría manera de reproducir esto sino introduciéndose en estos mundos, para capturar sus escenarios y ser adueñado por esos lugares: enajenarse en ellos para disfrutar los sentidos y gozar con  la más alta estética. 

Los incontables paisajes, la naturaleza brava y soberbia, que me devuelve la mirada en un placentero paseo acariciado por el viento y por olores a flores, árboles. Es ese verde, por antonomasia, que concentra toda la bondad y consuelo de todo lo vivo, lo orgánico.

Las aguas también están. Hay océanos, playas. Inclusive hay una playa celeste bordeada por unas suaves arenas blancas que se escurren entre mis manos. Las olas, con sus intervalos regulares, dan su canto gozoso e incesante.

Las ciudades rebosantes abundan en mi rico mundo onírico, con sus arquitecturas detalladas y pasmosas. Me traslado allí como en casa, gozando de cada caminata. Pero no siempre camino. A veces me detengo ante alguna construcción y no hago más que contemplarla para retener sus formas con fruición.

Ante tamaña abundancia de belleza, ¿quién no querría renunciar al mundo de los despiertos?

Continuará aún más





miércoles, 8 de julio de 2015

El difícil vivir

A mí me es difícil vivir. No me sale fácil ni innato -por más ilógico que suene-, che.

Solo el dormir me es espontáneo -la dulce inconsciencia, el cómodo "no-ser"-. El resto es un impulso que uno lucha segundo a segundo por sostener, como una llama que a menudo quiere ser apagada por la ventisca. Y cada segundo es una mínima victoria, conseguida con dolor y un esfuerzo hasta contra natura.


Entrevista con joven escritor paraguayo de literatura infantil


“Hay que reconocer que actualmente los jóvenes leen mucho más que en épocas pasadas.”

Jorge Luis Jiménez (21) es un escritor que se viene formando en la Escuela de Escritores de El Lector, dirigida por la autora Irina Ráfols. Estrenó su primera novela “Viaje al Centro de la Mente”, dirigida al público infantil, a finales del 2014.  Anteriormente participó en publicaciones como “Ventanas Rotas” y “Nada Convencional” con cuentos.

“Al internet lo veo como un gran aliado cuando de fomentar la lectura en la gente se trata”


El novel escritor y su ópera prima


¿Qué desencadenó en vos el deseo de ser escritor?

La lectura. Desde que empecé a leer novelas me gustó la idea de contar historias de forma escrita.

¿Qué significa para vos la escritura?

La escritura es un medio de comunicación, una persona escribe porque desea transmitir algo. Ahora, cuando a eso le sumamos literatura ya hablamos de contenido artístico. La literatura para mi es arte, cultura y comunicación al mismo tiempo.

¿Cómo te iniciaste en esto? ¿Quiénes son tus referentes literarios, locales e internacionales?
De la misma manera en la que creo que se inician casi todos: por mi cuenta. Teniendo como base mi propia experiencia de lectura empecé a escribir mis primeras historias. Más adelante tuve la oportunidad de estudiar en la “Escuela de Escritores El Lector” en donde adquirí la mayor parte de los conocimientos que tengo y que utilizo a la hora de escribir.

¿Quiénes son tus referentes literarios, locales e internacionales?

En el plano local está Augusto Roa Bastos, desde pequeño me sentí atraído por su literatura pero no lo considero una de mis influencias. Tengo más bien influencia de escritores extranjeros como Edgar Allan Poe y Julio Verne.

A algún joven que sienta la vocación de escritor ¿qué le recomendarías?

Que lea mucho y que escriba mucho. Ese es el primer paso. El segundo paso es tratar de contactar con gente del medio, buscar ayuda profesional sobre el tema y antes que eso aprender dónde encontrarla y donde no, porque muchas veces ocurre pasa que uno recurre a la persona equivocada.

Una propuesta fresca para nuevos  lectores





Hablanos un poco de tu novela, ¿de qué trata? ¿a quiénes va dirigida?

Mi novela se llama “Viaje al centro de la mente” y es una novela infantil aunque en realidad está pensada para lectores de todas las edades. Trata de Edward Pullman, un niño actor de Hollywood que sufre un accidente durante un rodaje y queda coma, cuando vuelve en sí descubre que está atrapado dentro de su propia mente y para despertar debe realizar un viaje desde su inconsciente a su consciente; en el camino atraviesa varios sectores de su propia mente, se encuentra con llamativos personajes que lo ayudan en su travesía y por sobre todo, se conoce más a sí mismo. La idea era crear una novela didáctica y a la vez entretenida, sin dejar de lado el aspecto estético que busca la literatura.

¿Podrías compartir con nosotros alguna anécdota sobre el proceso de escritura de tu novela?

“Viaje al centro de la mente” empezó como un juego, al principio era un cuento largo en el que yo recorría mi propia mente y en el camino me encontraba con mis compañeros de la Escuela de Escritores, creando así una sátira de cada uno. Nunca la concebí como una novela, mucho menos pensé que llegaría a publicarse; pero como me dijeron que la historia tenía potencial entonces decidí replantear todo y hoy es mi primer libro publicado.

¿Qué se viene de Jorge Luis Jiménez más adelante?

Por una cuestión de prudencia prefiero no adelantar nada acerca de una futura historia pero la idea es seguir expandiendo el universo en el que se desenvuelven mis personajes.


El desafío de hacer literatura en Paraguay para jóvenes


¿Se puede vivir de la literatura en Paraguay? ¿Qué debería ocurrir para que esto sea posible?

La verdad es que no. Para que eso ocurra, desde mi punto de vista al menos, son necesarias dos circunstancias elementales. La primera es que aumente la demanda de libros, lo cual es complicado ya que Paraguay es un país con poco hábito de lectura; y la segunda, es que haya un mayor compromiso y apoyo de parte de las editoriales.

¿Cómo percibís el ambiente literario local?

A pesar de ser un ambiente pequeño hay grandes deficiencias en casi todos los aspectos, empezando por la falta de promoción a nuevos escritores, la desidia existente en el tratamiento de los soportes gráficos del libro impreso, poco apoyo de las editoriales, poca demanda de literatura nacional, escasos centros de formación de escritores y por último deberíamos incluir también la decadencia de la justicia en lo que respecta a la forma en la que se resuelven los conflictos por derecho de autor; teniendo como ejemplo el caso del escritor Nelson Aguilera que fue injustamente condenado a prisión por un caso de supuesto plagio y que generó mucha controversia en el plano local e internacional.


¿Crees que la juventud lee poco? ¿Por qué?

La juventud lee poco, es cierto, pero hay que reconocer que actualmente los jóvenes leen mucho más que en épocas pasadas. El hábito de la lectura crece progresivamente en los jóvenes pero ese crecimiento se retrasa bastante por el poco apoyo que se recibe del estado para la promoción de la cultura y las artes.

¿Qué tal el consumo de la literatura nacional? ¿Cómo podría fomentarse la lectura de los escritores locales?

La literatura nacional es poco consumida por los lectores quienes optan por títulos extranjeros antes que por los nacionales. Generalmente son los jóvenes los que más se decantan por la literatura comercial extranjera. El problema yace en que la literatura paraguaya no es atrayente para el público y en parte es culpa de los propios escritores que durante muchos años mantuvieron a la literatura nacional en un modelo bastante aburrido. Recién en las últimas décadas han aparecido obras que se abren a nuevos géneros e ideas que rompen con ese modelo tan estandarizado en nuestra literatura, y son esos escritores a quienes se debe fomentar para cambiar la imagen que actualmente ofrece la literatura nacional.

¿De qué manera el internet puede potenciar y/o mermar el consumo de libros?

Al internet lo veo como un gran aliado cuando de fomentar la lectura en la gente se trata, pero también puede ser contraproducente porque en Internet se leen todo tipo de cosas. Internet ofrece cantidad, no calidad. En internet podés enterarte de cuál es el best-seller del momento, pero eso no significa que ese libro sea rico en material literario.

¿Prefieres los libros digitales o los físicos? ¿Por qué?

Ambos. Siempre escucho comentarios como que el libro digital reemplazará al libro físico o que el físico siempre será mejor que el digital, pero en mi opinión, lo nuevo no tiene por qué suprimir a lo viejo ni lo viejo debe cerrarle la puerta a lo nuevo; ha pasado en otras artes y no creo que con la literatura ocurra lo contrario. El libro físico forma parte la experiencia de lectura porque interactúa con otros sentidos además de la vista, como por ejemplo el tacto; pero el libro digital es útil cuando se trata de acceder a material inexistente en nuestro medio. Gracias a la tecnología he podido hacerme de libros digitales que jamás encontraría en una librería de este país y no veo por qué esa deba ser una razón para privarme del placer de conocer algo nuevo.

¿Qué temas o géneros crees que prefiere leer la juventud paraguaya?

La mayor parte de la juventud prefiere temas mundanos, no muy complejos porque así no necesitan esforzarse en demasía por comprender lo que el autor les desea transmitir. Más que nada buscan emociones fuertes y el rubro de la venta de libros (porque en eso se ha convertido, en un rubro) ha sabido sacarle provecho a ese público; es por eso que los romances o las novelas de suspenso tienen tanto éxito en esta época.

A vos, como escritor, ¿cuáles son los temas que estimás deben tratarse a nivel local y poco o nada se tratan?

El problema no está en los temas, el problema está en la forma; aunque hay que reconocer que de un tiempo a esta parte la literatura nacional ha estado muy encuadrada en nuestra realidad sociopolítica y la mayoría de nuestros escritores han tocado el tema de manera muy similar. No creo que la realidad se deba dejar de lado, pero es necesario buscar nuevos caminos para encarar esos temas. En lo personal, me gusta mucho explorar la psicología del ser humano y los límites entre el bien y el mal.

En vista del aluvión de los medios audiovisuales y de la preponderancia de lo gráfico, ¿cómo los libros pueden sobrevivir y ganar protagonismo en esta era?

Es una pregunta difícil de contestar. Más que nada se debe enseñar al individuo a interactuar con la tecnología sin prescindir del hábito de la lectura. Ese ya es un desafío para la educación. Por otro lado, una buena forma de apoyar la literatura (y que de hecho ya está ocurriendo) sería una alianza entre lo cultural con lo tecnológico. Por dar un ejemplo, conozco el caso de un joven que empezó a leer “La divina comedia” gracias a que conoció la obra mediante el videojuego “Dante’s inferno”. Tenemos también el caso de las adaptaciones cinematográficas sobre libros; incluso el cómic surgió como una fusión entre las artes literarias y las artes gráficas. Quizás ese sea el rumbo que estén tomando todas las artes, no solamente la literatura.

martes, 7 de julio de 2015

De un mundo pequeño, un sentimiento gigantesco

La voz de niña se ha teñido y ha sufrido una metamorfosis que promete ser pronto mujer.

Aquel rostro infante de tiernos horizontes y sonrisas desinteresadas empapó mi pasado entre vuelcos al corazón.

Indeleblemente impregnaste de belleza y resquebrajaste mi frágil corazón entonces falto de terneza.

Ahora beso a tu diminuto rostro pasado, inefablemente bella niña. 

Huelo aquellas manitas, que asían juguetes y que torpe pero graciosamente movían entre dulces canciones su pequeño e inocente mundo

A pesar de que el tiempo te lleva alzando día a día, 

aún eres indecible creatura de la más preciosa esperanza. 



jueves, 2 de julio de 2015

El informático devenido espía



El estadounidense Edward Joseph Snowden ya puede decir que ha pasado a la historia. Con tan solo 3 décadas de vida se ha convertido en el ojo del huracán de uno de los problemas más relevantes de la actualidad: el espionaje a escala inimaginable de todos los habitantes del planeta por parte de la única superpotencia. Su historia incluso ha sido registrada por el documental ganador del Óscar, "Citizenfour".


La trama comienza en Brasil, cuando el periodista de investigación Glen Greenwald es contactado a través de la web por un usuario anónimo que afirmaba poseer información explosiva respecto al servicio de inteligencia más grande de los EEUU, la National Security Agency (NSA). Meses después, el mismo usuario contacta también a la cineasta estadounidense Laura Poitras. La audiovisualista, con numerosos documentales críticos a la política exterior norteamericana en su haber, ya había sido varias veces premiada por sus polémicos trabajos documentando las realidades de las guerras en Afganistán e Irak.

El alias escogido por el usuario desconocido para tales contactos, en extremo cautos, fue "Citizenfour".

Todo esto suena como una obra maestra del cine de espionaje o como un maravilloso thriller escrito por la pluma diestra de los novelistas de más renombre del género. Pero ocurrió. Y fue documentado por diversos diarios alrededor del mundo. No obstante, el periódico británico, The Guardian, fue el que tuvo la primicia.

Edward Snowden, "citizenfour", dista mucho de parecer un radical exaltado. Tiene un hablar pausado y una actitud de calma, aún a sabiendas de ser el blanco del país más poderoso del orbe. En los Estados Unidos, el debate desde junio del 2013 (cuando fueron publicados los reportajes) hasta ahora, es si el informático, actualmente asilado en Rusia, es un traidor o un héroe.

El que estuvo dentro del Gran Hermano

Snowden trabajaba como analista de sistemas en una empresa contratista para la NSA y anteriormente fue empleado de la CIA. El informático se encontraba disfrutando de una vida de alto poder adquisitivo, con una lujosa casa en Hawaii que alquilaba junto a su novia. Un día, sin avisar siquiera a familiares y a su pareja, agarra sus cosas y va a Hong Kong. Allí en una habitación de hotel, con vista a la magnífica ciudad futurista, toma la decisión más peligrosa de su vida. Renunciaría a una vida de comodidades, a su patria y seres queridos, por revelar secretos de Estado a dos periodistas de uno de los diarios de más renombre en el mundo y a una directora de cine con el anatema de los EEUU.

Los Estados Unidos cuentan con 17 agencias de inteligencia, siendo la más grande la Agencia de Seguridad Nacional o NSA (tres veces mayor a la propia y reconocidísima CIA). Se estima que el gasto anual de tales organismos gubernamentales, en total, asciende a los 75 mil millones de dólares anuales, aunque las cifras no son precisas debido al extremo secretismo en que operan.

La NSA, establecida en 1952, en realidad funciona como una agencia de contrainteligencia dedicada al ámbito doméstico. Mas la NSA no es la única agencia de contrainteligencia norteamericana pero sí la más grande. Es en el entorno internacional donde operan la CIA (Agencia Central de Inteligencia) junto con otros organismos.

 Snowden tuvo la oportunidad de trabajar tanto para la afamada CIA  como para la NSA. Con la primera agencia pudo ejercer labores en Suiza como experto tecnológico. Ya en el 2009 se introduce en la NSA y es allí donde se expone a, no solamente los secretos de norteamericanos comunes y corrientes, sino a las realidades del espionaje industrial y político con injerencia en los gobiernos y ciudadanos de otros países.

“Constantemente escuchamos la frase ‘seguridad nacional’ pero cuando el Estado comienza a interceptar masivamente las comunicaciones, arrebatándolas por la fuerza, sin órdenes judiciales, sin sospechas, sin procedimientos, sin demostración de causa probable, ¿están ellos realmente protegiendo la seguridad nacional o están protegiendo la seguridad estatal?”

“[…] Ahora disponemos de una institución [la NSA] que se ha vuelto tan poderosa que puede elegir cómodamente sus propias autoridades sin la intervención del país, sin la intervención del público, sin la intervención de nuestros representantes electos y sin la intervención del poder judicial, y esta es una situación terrorífica –al menos para mí”.

Palabras de Edward Snowden a periodistas de The Guardian el 18 de julio del 2014.

Las referencias a la novela cumbre de George Orwell son insoslayables y el estadounidense se muestra más pesimista que la misma realidad reflejada en las páginas de 1984. “Es un libro importante pero no debemos limitarnos a la imaginación del autor. El tiempo nos ha mostrado que el mundo es más impredecible y peligroso que eso”. El Gran Hermano dispone en la actualidad de herramientas inimaginables en la época en que el libro fue escrito. Teléfonos inteligentes (smartphones), redes sociales, drones, webcams, etc.

El poderío de las agencias de inteligencia, según los dichos de Snowden, desconoce fronteras y hasta leyes. Como los cables lo han revelado: gobiernos alrededor del mundo se vieron vigilados por la agencia norteamericana y ello ha suscitado una cadena de reacciones y acalorados debates en el ámbito internacional. ¿Existen límites a respetar? ¿Qué es y no es la defensa de la seguridad nacional?

La Inteligencia puesta en entredicho

¿Son Edward Snowden, Julian Assange y Chelsea Manning simples terroristas con fines escabrosos al servicio de los enemigos de los EEUU? ¿Son íconos de la libertad? Para definiciones bien claras seguramente deberemos esperar el veredicto de historiadores y especialistas venideros. Mas estas tres figuras: el informático exespía, el fundador de Wikileaks, y la exsoldado ahora en prisión por revelar secretos del gobierno estadounidense, son representativas de una compleja situación que estamos viviendo.

El Washington Post realizó un reportaje, cuatro años atrás, en donde resalta, entre varias situaciones, cómo las funciones de las numerosas agencias de inteligencia estadounidenses se superponen. El incremento de funcionarios, organismos gubernamentales y empresas privadas contratadas por las varias agencias, ha sido dramáticamente exponencial desde los sucesos del 9/11. Sin embargo, el presupuesto empleado para tal efecto no está disponible para el conocimiento ni del ciudadano común ni de los medios de prensa. Los medios apenas hacen estimativos y además, se han desatado escándalos como la ‘compra’ de funcionarios públicos afganos por la CIA en el 2013 que fue publicado por el New York Times.

Esta situación peliaguda plantea interesantes replanteos en torno a los conceptos de democracia, el Estado de Derecho y la transparencia en el acceso a la información pública en el país más poderoso del mundo: los Estados Unidos.


Mas el alcance de esta problemática no es solo nacional: el carácter hipertrofiado de la vigilancia masiva, que desconoce leyes y fronteras, es algo que necesariamente debe ser abordado por las naciones para imponer mesura y respeto. Edward Snowden muy posiblemente no se encuentre en los extremos de héroe o traidor, sino que quizá haya desempeñado un papel de catalizador de una situación que de una u otra manera iba a emerger para introducir el cuestionamiento a las diferentes invasiones a la privacidad a las que diariamente nos vemos sometidos los ciudadanos del mundo. 



Norma Flores Allende