ANDRÉS
COLMÁN NOS HABLA SOBRE EL FUTURO DEL PERIODISMO
“El
Periodismo en el mundo está en crisis”
“El
periodismo es una aventura fascinante con las nuevas tecnologías, el
tema es hacerlo viable como negocio”.
El
veterano periodista de investigación de Última Hora, Andrés Colmán
Gutiérrez, nos comenta la difícil coyuntura actual para el
ejercicio de la profesión periodística. Así mismo, nos esboza un
paisaje futuro para el oficio aún más complicado pero esperanzador,
en palabras de él. “El periodismo no va a morir” asegura.
¿Cuál
es la situación del ejercicio del periodismo en el mundo?
Bueno
primero te diría que el periodismo en el mundo, y por supuesto en
Paraguay, está en crisis por todo lo que significa el avance de la
tecnología que ponen en crisis los medios tradicionales y crean una
gran cantidad de medios nuevos. Saca el ejercicio del periodismo de
los periodistas y da posibilidad de informar a los ciudadanos desde
un simple y de compartir información en las redes sociales.
El
periodismo digital puso en crisis los modelos de negocios
tradicionales y además está la prensa escrita donde los diarios
están dejando de vender ejemplares. Tienen que crear formatos
digitales donde no hay ingresos, por lo tanto es muy difícil es
sostener una redacción de calidad, pagar buenos sueldos.
Es
una crisis grande que afectó sobre todo a los países
industrializados, principalmente EEUU y está empezando a afectar
también a Paraguay. Los diarios más importantes, Abc y Última Hora
están con serias preocupaciones sobre cómo sostener las redacciones
con buenos periodistas cuando no están ganando la misma cantidad de
dinero de lo que ganaban antes.
Al
mismo tiempo el modelo mismo del periodismo está en crisis. 20 años
atrás nosotros escribíamos en un diario, no sabíamos si el
ciudadano le gustaba o no le gustaba lo que escribíamos pero igual
compraba el diario. Hoy lo que escribimos en la redacción
automáticamente tiene respuesta de la ciudadanía. Por un lado se
genera una auténtica comunicación, es decir, vos tenés retorno de
lo que vos estás escribiendo tiene alcance. Se multiplicó la
audiencia. Antes los diarios tenían 80.000 ejemplares, hoy en un
sitio web entra a leerte fácilmente 500.000 personas por día.
Entonces, cambió el concepto de comunicación pero al mismo tiempo
tenés una competencia muy fuerte de lo que se llama periodismo
ciudadano, bloggeros, etc. Estamos replanteándonos lo que significa
ser periodistas. Los que venimos del papel impreso estamos
aprendiendo a hacer periodismo digital y cómo conciliar esos dos
universos.
Yo
creo que en el tema de la universidad es mucho más dramático porque
las universidades siempre llegan tarde. Están formando para ser
periodistas tradicionales de televisión, radio, prensa escrita y eso
ya murió.
Algunos
están entrando en la formación de periodismo web pero siempre
atrás. Y el cambio de formato, que también altera el contenido
porque crea formas narrativas nuevas y es muy vertiginoso. Ahora
estamos terminando de aprender a hacer periodismo para formato
escritorio, formato de laptop, mientras que el 70% de la gente está
consumiendo ya en móvil y el formato es distinto. Es aprender todo
de vuelta y adaptar a lenguajes móviles.
¿Se
vislumbra la desaparición del periodista como profesional?
Lo
que hay es una mutación muy acelerada, estamos mutando, aprendiendo.
Antes yo salía con una libretita y un bolígrafo y en todo caso una
grabadora y recogía la información y me acompañaba un fotógrafo.
Ahora tengo que aprender a hacer video, tengo que aprender a editar
video, tengo que aprender a tuitear, a alzar en redes mi información,
a retroalimentar desde las redes mi página web, a redactar en tiempo
real. Es decir, se multiplica mucho más. Para mí es alucinante, es
interesante el proceso, ves cómo la gente está vibrando con lo que
estás diciendo. Pero por otra parte, la gente no quiere pagar por
eso. Quiere consumir gratis la información entonces de dónde sale
mi sueldo es la pregunta.
Creo
que se replantea el ser periodista. Y creo que hay necesidad de él
porque a diferencia de 20 años atrás, donde había pobreza de
información, hoy hay muchísima información y el desafío es al
revés. Antes necesitabas un periodista que te informe, ahora
necesitas un periodista que te seleccione la información y que te
diga “esto es lo realmente importante” en la hojarasca de
noticias que hay. Porque cualquiera puede alzar una foto pero ¿quién
te dice lo importante y qué historia hay detrás? Es alguien que
tiene que prepararse.
Yo
creo que ahí entra en crisis qué periodista formamos desde la
universidad, la educación no es adecuada a la exigencia de las
redacciones. No lo estaban con el modelo anterior y menos aún con el
modelo actual. Hoy las redacciones exigen community manager, expertos
en redes, expertos en páginas webs, que sepan editar videos,
cuestiones interactivas. Y la facultad no forma para esto.
¿Esto
no provoca también una precarización del trabajo ya que se le exige
herramientas que pertenecen a otras profesiones como el diseño
gráfico, la programación web, etc?
Eso
es inevitable. Ese es el modelo de periodismo que hoy se hace. Hay
compañeros veteranos que dicen “yo tengo que redactar nomás”.
Si solamente esa es la cualidad que podés ofrecer, quedás fuera.
Yo
no creo que sea precarización. A mí me encanta haber aprendido a
editar videos, me encanta sacar fotos, transmitir en vivo con las
nuevas herramientas. Y creo que, lo que antes escribía para un
diario donde me leían 30.000 personas, ahora estoy escribiendo y al
instante la gente me está retornando y el público se multiplicó.
La portada de Ultima Hora digital por lo menos 500.000 personas lo
miran. Me gustaría que me paguen bien por eso pero yo no temo hacer
funciones de cameraman, de editor o de lo que haya que hacer. Porque
todo eso es comunicación.
El
tema es que nos paguen dignamente, y ese es un tema sindical. El
modelo de negocios del periodismo es el que está en crisis.
No
obstante, a la par de los medios tradicionales, enormes y costosos,
están surgiendo medios nuevos, alternativos en la era de internet.
Estos últimos son con bajo costo y se desempeñan con bastante
creatividad, generando modelos de negocios distintos. Por ejemplo,
la revista Orsai, perteneciente a un periodista argentino que reside
en Barcelona. Es una revista narrativa de gran calidad, impresa,
tradicional. Pero para poder hacerlo utiliza las redes sociales.
Eso
es respecto al soporte, ahora bien, ¿qué hace falta en el ejercicio
del periodismo actual, acá?
El
periodismo sigue siendo el mismo desde su creación. Eso no ha
variado desde la época impresa. Las críticas que se hacían al
monopolio, al control, por ejemplo el Informe McBride de la UNESCO en
1980, que denunciaban cómo las grandes agencias monopolizaban
ideológicamente la información en el mundo y planteaban una
democratización. Allí apareció Marshall McLuhan que planteó un
nuevo orden mundial en la comunicación y hablaba de una
democratización informativa. Yo creo que internet hizo posible eso
que no lo fue a nivel político, ayudó a democratizar la
información.
Yo,
por ejemplo, estudiante de periodismo 20 años atrás decía que
nunca podríamos hacer el periodismo que queríamos porque no tenemos
dinero como para adquirir un diario, radio, canal. Ahora internet me
permite hacer el periodismo que yo quiero con solo tener acceso al
mismo. Ya no tengo excusa.
Los
parámetros de ética periodística, de responsabilidad, siguen
siendo los mismos. Yo como periodista tengo que tener en cuenta eso
tanto en su versión convencional como en su nueva versión digital.
Algunas
cosas cambian, por ejemplo las formas narrativas. Yo tengo que
combinar texto con imagen multimedia y debo aprender esos recursos
para brindar a ese nuevo público cosas interesantes. No solo es una
cuestión de forma sino de contenido.
Hay
una discusión de fondo sobre si debe ser extenso o breve. Yo he
hecho reportajes en la web que han tenido por ejemplo 30.000
palabras, algo que en la prensa escrita jamás se hubiera publicado.
Hice un reportaje llamado “Las aventuras de un narcopiloto”, el
tío preso de Horacio Cartes, donde conté su historia usando videos,
enlaces, cosas interactivas. Si eso lo publicaba en el diario serían
necesarios 5 diarios solamente para ese tema. Y todos decían “nadie
va a leer algo tan largo” y sin embargo fue el reportaje más leído
durante tres semanas. Ahí se rompió un mito: si el reportaje está
bien escrito, si es interesante, si es un tema que impacta, la gente
leerá por más largo que sea y pedirá más.
El
periodismo es una aventura fascinante con las nuevas tecnologías, el
tema es hacerlo viable como negocio. Que de algún lado salga el
dinero que nos pagará y que no sea del narcotráfico, contrabando,
corrupción sino que sea un dinero honesto que permita pagar un
periodismo de calidad.
Lo
que están haciendo en muchos países es solventar con aportes de
donantes, en EEUU se hace mucho, por ejemplo el portal ProPublica.
Hay otros ejemplos financiados por agencias de cooperación
internacional que desean apoyar periodismo de investigación o
fundaciones.
No
hay empresa por internet que pueda subsistir de la publicidad
únicamente y la suscripción por internet no da los resultados
esperados, un ejemplo es el New York Times que tuvo que dar vuelta
atrás porque no le funcionó como negocio. Aún no se encuentra la
manera de hacer que el internet sea viable. Ese es el gran desafío.
En algunos casos sacrifican sus unidades investigativas o notas de
fondo o reportajes y se van trivializando porque no pueden pagar.
¿El
futuro del periodismo se encuentra en internet a pesar de todo este
panorama incierto?
Yo
creo que estamos haciendo periodismo en el momento de mayor
revolución y evolución digital comparado, pero multiplicado mucho
más, que cuando se inventó la imprenta. Antes de Gutenberg la
cultura estaba encerrada en unos libros exquisitos, hechos a manos.
Lo que hizo Gutenberg fue masificar la cultura. Internet es ese mismo
fenómeno en la cultura mundial, pero multiplicado por miles. En un
click podés entrar a la gran biblioteca del mundo.
El
tema es que seamos creativos, primero usarlo responsablemente.
Segundo, producir un producto que a la gente le interese y la gente
consuma. Todo el mundo critica a la prensa empresarial, a la que
produce Zuccolillo, Vierci pero nadie realiza un producto distinto.
Hasta ahora la gente que quiere saber lo que pasó acude a Abc y a
Última Hora, estos marcan la pauta a la hora de ofrecer información.
El
periodismo no va a morir. Está entrando en un proceso de revolución
y evolución. El tema es quién nos sustenta. Ahí creo que la
sociedad misma tiene un desafío puesto que ella necesita un modelo
de periodismo que le sirva, le provea buena información, le ayude a
entender lo que pasa.
Hay
necesidad de buen periodismo: periodismo narrativo, investigación y
periodismo básico, instantáneo y urgente.
¿Qué
es lo que marca la diferencia entre el periodismo ciudadano y el
periodismo ejercido por periodistas?
Yo
creo que el periodismo ciudadano no existe, es una falacia. El
ciudadano que informa no es periodista, no va más allá de la
historia. A mí, periodista, me sirve la foto que me suministre el
ciudadano y uso esa información. Pero la historia, el desarrollo
periodístico, debe hacerlo un profesional. En realidad el ciudadano
es una fuente. Lo que sí hay es una multiplicación de fuentes.