domingo, 20 de septiembre de 2015

Entrevista con Andrés Colmán Gutiérrez


ANDRÉS COLMÁN NOS HABLA SOBRE EL FUTURO DEL PERIODISMO

El Periodismo en el mundo está en crisis”


El periodismo es una aventura fascinante con las nuevas tecnologías, el tema es hacerlo viable como negocio”.

El veterano periodista de investigación de Última Hora, Andrés Colmán Gutiérrez, nos comenta la difícil coyuntura actual para el ejercicio de la profesión periodística. Así mismo, nos esboza un paisaje futuro para el oficio aún más complicado pero esperanzador, en palabras de él. “El periodismo no va a morir” asegura.
¿Cuál es la situación del ejercicio del periodismo en el mundo?

Bueno primero te diría que el periodismo en el mundo, y por supuesto en Paraguay, está en crisis por todo lo que significa el avance de la tecnología que ponen en crisis los medios tradicionales y crean una gran cantidad de medios nuevos. Saca el ejercicio del periodismo de los periodistas y da posibilidad de informar a los ciudadanos desde un simple y de compartir información en las redes sociales.

El periodismo digital puso en crisis los modelos de negocios tradicionales y además está la prensa escrita donde los diarios están dejando de vender ejemplares. Tienen que crear formatos digitales donde no hay ingresos, por lo tanto es muy difícil es sostener una redacción de calidad, pagar buenos sueldos.

Es una crisis grande que afectó sobre todo a los países industrializados, principalmente EEUU y está empezando a afectar también a Paraguay. Los diarios más importantes, Abc y Última Hora están con serias preocupaciones sobre cómo sostener las redacciones con buenos periodistas cuando no están ganando la misma cantidad de dinero de lo que ganaban antes.

Al mismo tiempo el modelo mismo del periodismo está en crisis. 20 años atrás nosotros escribíamos en un diario, no sabíamos si el ciudadano le gustaba o no le gustaba lo que escribíamos pero igual compraba el diario. Hoy lo que escribimos en la redacción automáticamente tiene respuesta de la ciudadanía. Por un lado se genera una auténtica comunicación, es decir, vos tenés retorno de lo que vos estás escribiendo tiene alcance. Se multiplicó la audiencia. Antes los diarios tenían 80.000 ejemplares, hoy en un sitio web entra a leerte fácilmente 500.000 personas por día. Entonces, cambió el concepto de comunicación pero al mismo tiempo tenés una competencia muy fuerte de lo que se llama periodismo ciudadano, bloggeros, etc. Estamos replanteándonos lo que significa ser periodistas. Los que venimos del papel impreso estamos aprendiendo a hacer periodismo digital y cómo conciliar esos dos universos.

Yo creo que en el tema de la universidad es mucho más dramático porque las universidades siempre llegan tarde. Están formando para ser periodistas tradicionales de televisión, radio, prensa escrita y eso ya murió.

Algunos están entrando en la formación de periodismo web pero siempre atrás. Y el cambio de formato, que también altera el contenido porque crea formas narrativas nuevas y es muy vertiginoso. Ahora estamos terminando de aprender a hacer periodismo para formato escritorio, formato de laptop, mientras que el 70% de la gente está consumiendo ya en móvil y el formato es distinto. Es aprender todo de vuelta y adaptar a lenguajes móviles.

¿Se vislumbra la desaparición del periodista como profesional?

Lo que hay es una mutación muy acelerada, estamos mutando, aprendiendo. Antes yo salía con una libretita y un bolígrafo y en todo caso una grabadora y recogía la información y me acompañaba un fotógrafo. Ahora tengo que aprender a hacer video, tengo que aprender a editar video, tengo que aprender a tuitear, a alzar en redes mi información, a retroalimentar desde las redes mi página web, a redactar en tiempo real. Es decir, se multiplica mucho más. Para mí es alucinante, es interesante el proceso, ves cómo la gente está vibrando con lo que estás diciendo. Pero por otra parte, la gente no quiere pagar por eso. Quiere consumir gratis la información entonces de dónde sale mi sueldo es la pregunta.

Creo que se replantea el ser periodista. Y creo que hay necesidad de él porque a diferencia de 20 años atrás, donde había pobreza de información, hoy hay muchísima información y el desafío es al revés. Antes necesitabas un periodista que te informe, ahora necesitas un periodista que te seleccione la información y que te diga “esto es lo realmente importante” en la hojarasca de noticias que hay. Porque cualquiera puede alzar una foto pero ¿quién te dice lo importante y qué historia hay detrás? Es alguien que tiene que prepararse.

Yo creo que ahí entra en crisis qué periodista formamos desde la universidad, la educación no es adecuada a la exigencia de las redacciones. No lo estaban con el modelo anterior y menos aún con el modelo actual. Hoy las redacciones exigen community manager, expertos en redes, expertos en páginas webs, que sepan editar videos, cuestiones interactivas. Y la facultad no forma para esto.

¿Esto no provoca también una precarización del trabajo ya que se le exige herramientas que pertenecen a otras profesiones como el diseño gráfico, la programación web, etc?

Eso es inevitable. Ese es el modelo de periodismo que hoy se hace. Hay compañeros veteranos que dicen “yo tengo que redactar nomás”. Si solamente esa es la cualidad que podés ofrecer, quedás fuera.

Yo no creo que sea precarización. A mí me encanta haber aprendido a editar videos, me encanta sacar fotos, transmitir en vivo con las nuevas herramientas. Y creo que, lo que antes escribía para un diario donde me leían 30.000 personas, ahora estoy escribiendo y al instante la gente me está retornando y el público se multiplicó. La portada de Ultima Hora digital por lo menos 500.000 personas lo miran. Me gustaría que me paguen bien por eso pero yo no temo hacer funciones de cameraman, de editor o de lo que haya que hacer. Porque todo eso es comunicación.

El tema es que nos paguen dignamente, y ese es un tema sindical. El modelo de negocios del periodismo es el que está en crisis.

No obstante, a la par de los medios tradicionales, enormes y costosos, están surgiendo medios nuevos, alternativos en la era de internet. Estos últimos son con bajo costo y se desempeñan con bastante creatividad, generando modelos de negocios distintos. Por ejemplo, la revista Orsai, perteneciente a un periodista argentino que reside en Barcelona. Es una revista narrativa de gran calidad, impresa, tradicional. Pero para poder hacerlo utiliza las redes sociales.

Eso es respecto al soporte, ahora bien, ¿qué hace falta en el ejercicio del periodismo actual, acá?
El periodismo sigue siendo el mismo desde su creación. Eso no ha variado desde la época impresa. Las críticas que se hacían al monopolio, al control, por ejemplo el Informe McBride de la UNESCO en 1980, que denunciaban cómo las grandes agencias monopolizaban ideológicamente la información en el mundo y planteaban una democratización. Allí apareció Marshall McLuhan que planteó un nuevo orden mundial en la comunicación y hablaba de una democratización informativa. Yo creo que internet hizo posible eso que no lo fue a nivel político, ayudó a democratizar la información.

Yo, por ejemplo, estudiante de periodismo 20 años atrás decía que nunca podríamos hacer el periodismo que queríamos porque no tenemos dinero como para adquirir un diario, radio, canal. Ahora internet me permite hacer el periodismo que yo quiero con solo tener acceso al mismo. Ya no tengo excusa.

Los parámetros de ética periodística, de responsabilidad, siguen siendo los mismos. Yo como periodista tengo que tener en cuenta eso tanto en su versión convencional como en su nueva versión digital.

Algunas cosas cambian, por ejemplo las formas narrativas. Yo tengo que combinar texto con imagen multimedia y debo aprender esos recursos para brindar a ese nuevo público cosas interesantes. No solo es una cuestión de forma sino de contenido.

Hay una discusión de fondo sobre si debe ser extenso o breve. Yo he hecho reportajes en la web que han tenido por ejemplo 30.000 palabras, algo que en la prensa escrita jamás se hubiera publicado. Hice un reportaje llamado “Las aventuras de un narcopiloto”, el tío preso de Horacio Cartes, donde conté su historia usando videos, enlaces, cosas interactivas. Si eso lo publicaba en el diario serían necesarios 5 diarios solamente para ese tema. Y todos decían “nadie va a leer algo tan largo” y sin embargo fue el reportaje más leído durante tres semanas. Ahí se rompió un mito: si el reportaje está bien escrito, si es interesante, si es un tema que impacta, la gente leerá por más largo que sea y pedirá más.

El periodismo es una aventura fascinante con las nuevas tecnologías, el tema es hacerlo viable como negocio. Que de algún lado salga el dinero que nos pagará y que no sea del narcotráfico, contrabando, corrupción sino que sea un dinero honesto que permita pagar un periodismo de calidad.

Lo que están haciendo en muchos países es solventar con aportes de donantes, en EEUU se hace mucho, por ejemplo el portal ProPublica. Hay otros ejemplos financiados por agencias de cooperación internacional que desean apoyar periodismo de investigación o fundaciones.

No hay empresa por internet que pueda subsistir de la publicidad únicamente y la suscripción por internet no da los resultados esperados, un ejemplo es el New York Times que tuvo que dar vuelta atrás porque no le funcionó como negocio. Aún no se encuentra la manera de hacer que el internet sea viable. Ese es el gran desafío. En algunos casos sacrifican sus unidades investigativas o notas de fondo o reportajes y se van trivializando porque no pueden pagar.


¿El futuro del periodismo se encuentra en internet a pesar de todo este panorama incierto?
Yo creo que estamos haciendo periodismo en el momento de mayor revolución y evolución digital comparado, pero multiplicado mucho más, que cuando se inventó la imprenta. Antes de Gutenberg la cultura estaba encerrada en unos libros exquisitos, hechos a manos. Lo que hizo Gutenberg fue masificar la cultura. Internet es ese mismo fenómeno en la cultura mundial, pero multiplicado por miles. En un click podés entrar a la gran biblioteca del mundo.

El tema es que seamos creativos, primero usarlo responsablemente. Segundo, producir un producto que a la gente le interese y la gente consuma. Todo el mundo critica a la prensa empresarial, a la que produce Zuccolillo, Vierci pero nadie realiza un producto distinto. Hasta ahora la gente que quiere saber lo que pasó acude a Abc y a Última Hora, estos marcan la pauta a la hora de ofrecer información.

El periodismo no va a morir. Está entrando en un proceso de revolución y evolución. El tema es quién nos sustenta. Ahí creo que la sociedad misma tiene un desafío puesto que ella necesita un modelo de periodismo que le sirva, le provea buena información, le ayude a entender lo que pasa.
Hay necesidad de buen periodismo: periodismo narrativo, investigación y periodismo básico, instantáneo y urgente.

¿Qué es lo que marca la diferencia entre el periodismo ciudadano y el periodismo ejercido por periodistas?

Yo creo que el periodismo ciudadano no existe, es una falacia. El ciudadano que informa no es periodista, no va más allá de la historia. A mí, periodista, me sirve la foto que me suministre el ciudadano y uso esa información. Pero la historia, el desarrollo periodístico, debe hacerlo un profesional. En realidad el ciudadano es una fuente. Lo que sí hay es una multiplicación de fuentes.


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