viernes, 30 de mayo de 2014

Asimov: Fundando una nueva Galaxia.



El escritor y divulgador científico, Isaac Asimov, fue una de las figuras emblemáticas de la ciencia ficción del siglo pasado. Uno de los tres grandes nombres de la Era Dorada de la Ciencia Ficción -junto a Arthur C. Clarke y Robert Heinlein- dejó varios escritos espeluznantemente proféticos y por sobre todo, épicos. “Fundación” es su saga cumbre y paradigmática.

 
Imaginemos un Imperio Galáctico que, pese a toda su majestuosidad y frivolidad, esté rumbo a su aniquilación. Pero lo dramático no sería tan solo eso, sino que esta muerte conduciría indefectiblemente al olvido de todo el acervo humano acumulado durante milenios.

Las matemáticas se extraviarían, todo conocimiento de medicina, literatura, ciencias, etc desaparecería. Todo lo que la especie humana pudo robar  en saber al universo habrá sido en vano, y la humanidad descenderá a un estado de barbarie y retroceso del que no podrá librarse en cientos de miles de años.

¿Cuál sería nuestra solución? Establecer dos fundaciones, una en cada extremo de la galaxia, que custodien el conocimiento de la especie humana durante y tras la caída del Imperio. Eso en primer lugar, y en segundo, disminuir el período de debacle para entonces poder forjar otro Imperio Galáctico, más sólido y extenso.

Con esta premisa emprende Asimov la aventura literaria de la Fundación, cuya trilogía original recibió el eximio Premio Hugo a mejor Saga de Ciencia Ficción de Todos los Tiempos en 1966.

Si nos remitimos a la vasta cantidad de libros, esta saga puede parecer abrumadora  (15 libros en total y divididos a su vez en 3 'subsagas'), sin embargo es aquí donde El Buen Doctor -apodo de Asimov- introdujo todo cuanto lo hizo célebre para la posteridad: desde los robots hasta la ciencia ficticia de la psicohistoria.

Las inolvidables tres leyes de la robótica fueron enunciadas aquí. La saga contempla desde el nacimiento de la robótica en la Tierra hasta la conquista literal del espacio, materializada en un imperio humano que se extiende por toda la galaxia.

Solo que los avances tecnológicos y científicos no fueron a la par del desarrollo cultural de nuestra especie, y el Imperio Galáctico termina siendo una caricatura del Imperio Romano y demás imperios que desfilaron en nuestra historia. Pero por supuesto aggiornado y con toda la parafernalia tecnológica que habría de esperarse en tal época.

Uno de los héroes de esta odisea, el científico Hari Seldon, será el inventor de la ciencia llamada psicohistoria. La psicohistoria busca predecir los comportamientos de grandes contingentes de personas a través de un ejercicio transdisciplinar de matemáticas, psicología, sociología e historia. Así fue previsto el derrumbe del Imperio.




¿Cómo acercarse a esta monumental obra? La trilogía original: Fundación, Fundación e Imperio y Segunda Fundación, es una introducción segura. Pero también puede comenzarse desde las narraciones robóticas (Yo, Robot).

Fundación contiene casi en su totalidad el aporte de Asimov, no sólo a la ciencia ficción, sino a la cultura del siglo XX. ¿Y por qué no? No deberíamos extrañarnos si sus escritos de hace más de 4 décadas describen nuestro presente y proyectan nuestro futuro. Después de todo, el Buen Doctor fue también un buen profeta. 




Publicado en la Revista WILD del mes de febrero, 2014. 

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