SOBRE LA CREACIÓN, LA RAZÓN Y CUESTIONES AFINES Consideraciones DEL CREADOR a SU DISCÍPULO

Este es otro cuento que presenté para algún concurso... recibo críticas

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Era muy de noche cuando fui a visitarle, abandoné asuntos mortales por verle una última vez y escuchar su charlatanería respetable, porque eso era él para mí.

El es una ametralladora de sabiduría y de conceptos más allá de toda verba física mezclados, claro, también con chismes en altoparlantes. Por algo me arrodillo ante él, creador irresponsable, tan sublime como terrestre.
Aún cuando se pierda en inundaciones de palabras triviales siempre logro robarle la meta en silencio, sin que se dé cuenta. Es un genio estúpido, como muchos quisieran ser.

Estaba terminando de comer en su desaliño, me fijo en los papeles desparramados por su microkosmos y me proclama:

-El Hombre es Dios, su herencia es la inmortalidad. Sólo reconoce eso cuando es creador. Crear es atrapar la divinidad, apropiarte de los medios y de los fines erigiéndote como centro tonal del universo. No existe nada más poderoso que el acto de la creación, superior al de cualquier religión, sentimiento o vivencia cotidiana. La creación es el fin absoluto del conocimiento ordenado, la transición entre el superhombre y la conquista del ser-Dios.

Yo me río de esto…era un normal ejercicio de megalomanía propio de un creador atorrante tramando algo.

Sin embargo, no podría subestimarlo tan superficial y precipitadamente. Eso sería una reverenda ingenuidad ya que muchas veces, en sus gestos aparentes de locura o estupidez subyacen motivos suprarracionales. ¿Será que el atravesó aquella mítica línea y finalmente logró emanciparse de la razón, reemplazándola por la creación? La sola imagen ya es un escándalo, un sacrilegio para el siglo XXI.

No quise responderle, simplemente decidí tomar asiento y permitir que sus ideas algo sinestéticas impregnen mi futura memoria:
–¿No existe ser más insoportable que el artista? – Le pregunto desafiándolo, porque conozco a mi maestro y él rehúye de las sutilidades.

–Sí, el artista que no crea. El artista que sólo recrea belleza inútil y ajena. El artista que no tiene ciencia ni sustancia y que sólo se contenta en repetir lo que ya fue.
Pero, el creador es más que un artista y un artesano… es la inteligencia que no tiene reparos en abusar de la ciencia y de la lógica para llegar a un fin que supere la explicación– me dice devolviéndome magistralmente el desafío.

–¿Explicación? – intenté replicarle aunque con cortedad. Recordé inmediatamente una irónica leyenda que él había inventado: “la palabra, eterna perseguidora del pensamiento, concibe un hijo mestizo con él, el concepto.”

–Sí, explicación, el torpe intento de la razón. Verás, el creador burla a la razón, porque está más allá de ella. La razón es una simple aprendiz, pasmada ante el acto, impotente siempre para abarcar la totalidad. Cuando creador, nunca pidas a la razón que camine al lado tuyo, ella siempre va detrás – manifestó inmerso en sus ideas, pero sin descuidar las labores cotidianas como lavar los platos.

El silencio irrumpió en aquel momento, sagrado y poderoso. Si existe algo más expresivo y hermoso que la poesía o la música, es el silencio; vencedor del ruido y del ego.

– Yo me río de la explicación, es casi ociosa – retoma el maestro – La explicación es discurso innecesario porque las palabras son torpes rodeos que se multiplican. La palabra siempre será impotente ante lo fundamental. Pero su intento es valioso y se traduce en buena literatura. Pero, una vida que no sobrepase las representaciones linguïsticas es lamentable si no se vuelve a las raíces de los sentidos y el pensamiento. –


La creación es la frontera con la nada y la puerta al absoluto.


Norma Flores-Allende

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“El Camino claro parece oscuro, el que avanza parece regresar y el plano parece ondulado. La Virtud suprema parece un valle. Lo blanco más límpido parece manchado. La Virtud más grande parece escasa. La Virtud más potente parece débil. La realidad más sólida parece arruinada. El cuadrado más grande no tiene ángulos. La vasija más grande tarda en ser fabricada. El sonido más fuerte es inaudible. La imagen más grande carece de forma.
El Camino está oculto y carece de nombres, es decir, de categorías. Justamente el Camino sabe llevar todo a cabo porque sabe prestar.
Tao Tê Ching. Cap. XLI ”