miércoles, 8 de julio de 2015

Entrevista con joven escritor paraguayo de literatura infantil


“Hay que reconocer que actualmente los jóvenes leen mucho más que en épocas pasadas.”

Jorge Luis Jiménez (21) es un escritor que se viene formando en la Escuela de Escritores de El Lector, dirigida por la autora Irina Ráfols. Estrenó su primera novela “Viaje al Centro de la Mente”, dirigida al público infantil, a finales del 2014.  Anteriormente participó en publicaciones como “Ventanas Rotas” y “Nada Convencional” con cuentos.

“Al internet lo veo como un gran aliado cuando de fomentar la lectura en la gente se trata”


El novel escritor y su ópera prima


¿Qué desencadenó en vos el deseo de ser escritor?

La lectura. Desde que empecé a leer novelas me gustó la idea de contar historias de forma escrita.

¿Qué significa para vos la escritura?

La escritura es un medio de comunicación, una persona escribe porque desea transmitir algo. Ahora, cuando a eso le sumamos literatura ya hablamos de contenido artístico. La literatura para mi es arte, cultura y comunicación al mismo tiempo.

¿Cómo te iniciaste en esto? ¿Quiénes son tus referentes literarios, locales e internacionales?
De la misma manera en la que creo que se inician casi todos: por mi cuenta. Teniendo como base mi propia experiencia de lectura empecé a escribir mis primeras historias. Más adelante tuve la oportunidad de estudiar en la “Escuela de Escritores El Lector” en donde adquirí la mayor parte de los conocimientos que tengo y que utilizo a la hora de escribir.

¿Quiénes son tus referentes literarios, locales e internacionales?

En el plano local está Augusto Roa Bastos, desde pequeño me sentí atraído por su literatura pero no lo considero una de mis influencias. Tengo más bien influencia de escritores extranjeros como Edgar Allan Poe y Julio Verne.

A algún joven que sienta la vocación de escritor ¿qué le recomendarías?

Que lea mucho y que escriba mucho. Ese es el primer paso. El segundo paso es tratar de contactar con gente del medio, buscar ayuda profesional sobre el tema y antes que eso aprender dónde encontrarla y donde no, porque muchas veces ocurre pasa que uno recurre a la persona equivocada.

Una propuesta fresca para nuevos  lectores





Hablanos un poco de tu novela, ¿de qué trata? ¿a quiénes va dirigida?

Mi novela se llama “Viaje al centro de la mente” y es una novela infantil aunque en realidad está pensada para lectores de todas las edades. Trata de Edward Pullman, un niño actor de Hollywood que sufre un accidente durante un rodaje y queda coma, cuando vuelve en sí descubre que está atrapado dentro de su propia mente y para despertar debe realizar un viaje desde su inconsciente a su consciente; en el camino atraviesa varios sectores de su propia mente, se encuentra con llamativos personajes que lo ayudan en su travesía y por sobre todo, se conoce más a sí mismo. La idea era crear una novela didáctica y a la vez entretenida, sin dejar de lado el aspecto estético que busca la literatura.

¿Podrías compartir con nosotros alguna anécdota sobre el proceso de escritura de tu novela?

“Viaje al centro de la mente” empezó como un juego, al principio era un cuento largo en el que yo recorría mi propia mente y en el camino me encontraba con mis compañeros de la Escuela de Escritores, creando así una sátira de cada uno. Nunca la concebí como una novela, mucho menos pensé que llegaría a publicarse; pero como me dijeron que la historia tenía potencial entonces decidí replantear todo y hoy es mi primer libro publicado.

¿Qué se viene de Jorge Luis Jiménez más adelante?

Por una cuestión de prudencia prefiero no adelantar nada acerca de una futura historia pero la idea es seguir expandiendo el universo en el que se desenvuelven mis personajes.


El desafío de hacer literatura en Paraguay para jóvenes


¿Se puede vivir de la literatura en Paraguay? ¿Qué debería ocurrir para que esto sea posible?

La verdad es que no. Para que eso ocurra, desde mi punto de vista al menos, son necesarias dos circunstancias elementales. La primera es que aumente la demanda de libros, lo cual es complicado ya que Paraguay es un país con poco hábito de lectura; y la segunda, es que haya un mayor compromiso y apoyo de parte de las editoriales.

¿Cómo percibís el ambiente literario local?

A pesar de ser un ambiente pequeño hay grandes deficiencias en casi todos los aspectos, empezando por la falta de promoción a nuevos escritores, la desidia existente en el tratamiento de los soportes gráficos del libro impreso, poco apoyo de las editoriales, poca demanda de literatura nacional, escasos centros de formación de escritores y por último deberíamos incluir también la decadencia de la justicia en lo que respecta a la forma en la que se resuelven los conflictos por derecho de autor; teniendo como ejemplo el caso del escritor Nelson Aguilera que fue injustamente condenado a prisión por un caso de supuesto plagio y que generó mucha controversia en el plano local e internacional.


¿Crees que la juventud lee poco? ¿Por qué?

La juventud lee poco, es cierto, pero hay que reconocer que actualmente los jóvenes leen mucho más que en épocas pasadas. El hábito de la lectura crece progresivamente en los jóvenes pero ese crecimiento se retrasa bastante por el poco apoyo que se recibe del estado para la promoción de la cultura y las artes.

¿Qué tal el consumo de la literatura nacional? ¿Cómo podría fomentarse la lectura de los escritores locales?

La literatura nacional es poco consumida por los lectores quienes optan por títulos extranjeros antes que por los nacionales. Generalmente son los jóvenes los que más se decantan por la literatura comercial extranjera. El problema yace en que la literatura paraguaya no es atrayente para el público y en parte es culpa de los propios escritores que durante muchos años mantuvieron a la literatura nacional en un modelo bastante aburrido. Recién en las últimas décadas han aparecido obras que se abren a nuevos géneros e ideas que rompen con ese modelo tan estandarizado en nuestra literatura, y son esos escritores a quienes se debe fomentar para cambiar la imagen que actualmente ofrece la literatura nacional.

¿De qué manera el internet puede potenciar y/o mermar el consumo de libros?

Al internet lo veo como un gran aliado cuando de fomentar la lectura en la gente se trata, pero también puede ser contraproducente porque en Internet se leen todo tipo de cosas. Internet ofrece cantidad, no calidad. En internet podés enterarte de cuál es el best-seller del momento, pero eso no significa que ese libro sea rico en material literario.

¿Prefieres los libros digitales o los físicos? ¿Por qué?

Ambos. Siempre escucho comentarios como que el libro digital reemplazará al libro físico o que el físico siempre será mejor que el digital, pero en mi opinión, lo nuevo no tiene por qué suprimir a lo viejo ni lo viejo debe cerrarle la puerta a lo nuevo; ha pasado en otras artes y no creo que con la literatura ocurra lo contrario. El libro físico forma parte la experiencia de lectura porque interactúa con otros sentidos además de la vista, como por ejemplo el tacto; pero el libro digital es útil cuando se trata de acceder a material inexistente en nuestro medio. Gracias a la tecnología he podido hacerme de libros digitales que jamás encontraría en una librería de este país y no veo por qué esa deba ser una razón para privarme del placer de conocer algo nuevo.

¿Qué temas o géneros crees que prefiere leer la juventud paraguaya?

La mayor parte de la juventud prefiere temas mundanos, no muy complejos porque así no necesitan esforzarse en demasía por comprender lo que el autor les desea transmitir. Más que nada buscan emociones fuertes y el rubro de la venta de libros (porque en eso se ha convertido, en un rubro) ha sabido sacarle provecho a ese público; es por eso que los romances o las novelas de suspenso tienen tanto éxito en esta época.

A vos, como escritor, ¿cuáles son los temas que estimás deben tratarse a nivel local y poco o nada se tratan?

El problema no está en los temas, el problema está en la forma; aunque hay que reconocer que de un tiempo a esta parte la literatura nacional ha estado muy encuadrada en nuestra realidad sociopolítica y la mayoría de nuestros escritores han tocado el tema de manera muy similar. No creo que la realidad se deba dejar de lado, pero es necesario buscar nuevos caminos para encarar esos temas. En lo personal, me gusta mucho explorar la psicología del ser humano y los límites entre el bien y el mal.

En vista del aluvión de los medios audiovisuales y de la preponderancia de lo gráfico, ¿cómo los libros pueden sobrevivir y ganar protagonismo en esta era?

Es una pregunta difícil de contestar. Más que nada se debe enseñar al individuo a interactuar con la tecnología sin prescindir del hábito de la lectura. Ese ya es un desafío para la educación. Por otro lado, una buena forma de apoyar la literatura (y que de hecho ya está ocurriendo) sería una alianza entre lo cultural con lo tecnológico. Por dar un ejemplo, conozco el caso de un joven que empezó a leer “La divina comedia” gracias a que conoció la obra mediante el videojuego “Dante’s inferno”. Tenemos también el caso de las adaptaciones cinematográficas sobre libros; incluso el cómic surgió como una fusión entre las artes literarias y las artes gráficas. Quizás ese sea el rumbo que estén tomando todas las artes, no solamente la literatura.

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