¿Por qué los años parecen iguales? me preguntó Ella, siempre tiesa. Yo le respondí con un recuerdo.
Ella, joven, sorbiendo un café matinal.
Ella, disfrutando del invierno.
Ella, riéndose como si el mañana ni el ayer existiesen.
Así nos perpetuábamos en nuestros años mozos.
Ahora Ella ha desgastado la geografía de su cuerpo y yo, el anciano que la acompaña, la contemplo desde esa felicidad almacenada que no perecerá jamás.
Juntos hemos de abandonar este último invierno.
Diario expuesto con agregados propios e impropios de vivencias y algún que otro nudo del pensamiento individual y espacial en Normandía.
viernes, 30 de enero de 2015
martes, 27 de enero de 2015
La bondad fuera de la teología
¿Es la ética una manifestación de la existencia de lo preternatural? ¿O uno puede orientar sus acciones y actitudes desprovisto de cualquier sistema metafísico?
En teología está lo que se conoce como Ponerología, el análisis del Mal. El psiquiatra polaco Andrés Lobazecwski empleó tal concepto, pero extrayéndolo de la doctrina católica y adaptándolo a la realidad sociopolítica. Así nació la “ponerología política”.
¿Por qué no hay estudios del Bien? ¿Es acaso el Bien indigno de ser descompuesto en sus partes y analizado detenidamente?
El Mal es considerado simple hechura humana, una artificialidad construida por estos seres contingentes que son los humanos. Mientras que el Bien se da por hecho, como un fenómeno esporádico producto de alguna deidad azarosa. Quizá por esto el Bien no sea digno de estudio ni por filósofos ni por científicos. El Bien simplemente Es, y nosotros solo Hacemos, y hacemos el mal.
Tal es el maniqueísmo, que si lo reelemos parece vestigio de una época medieval que se resiste a abandonar el inconsciente colectivo. Nosotros, retratados como la futura carne pútrida, somos seres del mal. Mientras que el bien es exclusivo de los entes incorpóreos impolutos. Por eso nuestra fijación por el Mal.
No. El bien y el mal se construyen, se deciden racionalmente. No es necesario el concurso de ninguna religión o magia para ejercitar nuestra ética individual. Podemos ser buenos desde la razón y la mera voluntad. Y aquellos que no creen en recompensa ultraterrena alguna, ejercitarán el bien de la manera más desinteresada y pura posible. Hacer el bien per se, sin necesidad de transacción alguna, puede convertirse en la mejor gratificación intelectual y emotiva.
Necesitamos algún estudio interdisciplinario sobre la Bondad y menos ponerología. Atrás debe quedar la medievalidad y debemos mirar la otra mitad del vaso: seremos capaces de las peores maldades pero nuestro potencial para el bien es aún mayor y más fructífero. El ser humano es hermoso y debemos recordar cómo amarlo, así como lo hicimos fugazmente en el Renacimiento.
jueves, 22 de enero de 2015
Su Majestad Maullante - cuento
- " ¡Deja de seguirme!"
El felino golpeaba su congénere, que no hacía más que
seguirlo. Pero extrañamente éste último desaparecía tras cierto punto.
- " ¡Desaparece!"
El gato estalló en furia y se abalanzó hacia su rival quien
se hizo trizas al caer al suelo. No era más que un espejo.
- " ¡He asesinado al impostor! Nadie se insubordina
al rey Jorge I, monarca supremo, terror de los roedores, devoto del dios
nocturno celestial."
El bípedo esclavo retornó inesperadamente de sus actividades
ignotas a las tierras nocturnas.
- "Esclavo, ¡dame leche!"
El bípedo no entendía el idioma del gato: solo escuchaba
ruidos incoherentes, por lo que no obedeció la orden. Esa noche, el ser de dos
piernas desatendió a Su Majestad Maullante y se echó a su camastro.
El rey de los bigotes, Jorge I, se indignó:
- " ¡Y este es el trato que se la da a la nobleza!
¡Esto es inaudito, inaceptable, intolerable, incompasivo, inenarrable…
insubordinado!"
Su Majestad Maullante deambulaba por sus tierras, en busca
de algún manjar móvil.
En ello, apareció Jacinto –o al menos así lo llamaba el rey
de los bigotes–. Jacinto era un ser diminuto, recubierto de unas bellas alas
del color de la corteza de los árboles y coronado por dos simpáticas antenas.
Jacinto espetó a Su Majestad Maullante:
- " ¡Señor de las grasas! ¡Por aquí!"
Su Alteza intentó perseguir nuevamente al grosero e
insubordinado Jacinto, pero la sangre azul no lo destina a uno a labores tan
bajas como el ejercicio físico. Para eso estaba el esclavo bípedo.
Jacinto desplegó sus alas y desapareció en risotadas
burlonas
- " ¡No hay caso! ¡Esto es una conspiración! ¡Solo
queda una alternativa pero… ¡deberé enfrentarme a la Bestia!"
La Bestia dormitaba en el reino vecino y enemigo. El reino
innombrable donde pululaban incontables bípedos.
La Bestia, voluminosa y ya avanzada en años, despedía un río
de sus terribles fauces.
El rey, tras horas de arduos esfuerzos en invadir terreno
ajeno, sigilosamente se dirigió a la caverna que contenía la panacea a sus
necesidades.
Los ángeles entonaban sus cantos y Su Majestad Maullante se
sentía victorioso en el empíreo, ocupando un lugar en la cúspide del honor
junto a sus ilustres antepasados.
Mas un insignificante ruido descompuso el momento merecido.
El sonido de una gota.
¡La Bestia!
El monarca bigotudo se volteó y allí estaba ella: maciza,
temible y… húmeda.
- "¡Ni lo pienses, panzón!" - Gruñó el ser infernal.
-
“Me
rindo, oh formidable Bestia. Perdón, perdón” – exclamó entre temblores
el humillado rey.
La pesadez de sus carnes no fue estorbo alguno para Su
Majestad Maullante, quien huyó por donde vino.
Una vez en sus dominios, el regio felino clamó a su dios,
aquél astro redondo que reposa en la bóveda nocturna:
-
“Gran Gato Plateado del Cielo, mira a este Rey,
traicionado, humillado y abatido. Dame una señal. Dime que este Noble Gato no
morirá de inanición”
Y allí vio una tímida flor.
Jorge I no tuvo mejor idea que reconocer a tal ser vegetal
como enviado de su dios. Devoró con ansias a la flor y a todas sus hermanas.
Pensó que fue bendecido por su deidad y se echó despreocupadamente entre la
vegetación a dormir.
Al día siguiente, lo encontró el bípedo. Pero esta vez no se
arrodilló ante él ni le prodigó los acostumbrados masajes. Parecía molesto.
- " Más vale que esté molesto consigo mismo por no
saber servir a la Realeza." pensó Su Majestad.
Pero parece que ese pensamiento no fue compartido por el
bípedo porque, furioso, comenzó a abatir al noble señor gatuno con una escoba.
martes, 20 de enero de 2015
MURALLAS CIEGAS - Microcuento
Nadie comercia con ellos porque son ciegos de nacimiento. El rey se cerciora de ello ante cada nacimiento. Él sí puede ver.
Los habitantes, invidentes, si no están sumidos en el servicio al monarca, viven para memorizar un cántico. Miles de versos se deslizan dificultosamente de cada boca para recordar cuán grande es aquel que sí dispone de ojos. El único dotado para ver el mundo.
Caminando en el aire
Surcaba los cielos, agazapada en ese extraño individuo que desafiaba toda lógica, razón o leyes de la física. Un hombre que estaba más allá de toda ley natural y que la subyugaba cual si fuera una convención propia del capricho de seres inferiores.
Esa mañana, monótona y sin sobresaltos -antes de verme suspendida en los aires- estaba caminando tomando café, repasando las últimas noticias de los albores del día.
"Ese hombre, otra vez" me repetía. Clark me había mandado un mensaje diciéndome que ese día no aparecería en la redacción. Yo debía cubrirlo.
Entonces, cuando los auriculares me gritaban el último accidente de avión en el Pacifico, sentí inopinadamente que algo me estiró de los hombros hacia arriba. Comencé a flotar. Torné la mirada y era él. Él.
La incógnita ¿humana? La esperanza de la humanidad.
Me sonrió con esa sonrisa tan inocente que me recordaba a Clark.
Pero este hombre no era Clark.
Este suprahumano denotaba una seguridad y entereza que no se comparaba para nada con la timidez e inseguridad de mi nuevo colega y amigo. Clark era dulce, introvertido y, por sobre todo, callado.
El suprahumano me abrazó en los aires y me preguntó: "¿Que tal el trabajo?"
No atiné a responderle algo inmediatamente. El café, caliente, se me había derramado y tenía miedo a las alturas.
Como me miró insistentemente con esos ojos azules, le respondí temblorosa: "Estresante como siempre, sabes el editor..." Ahí me interrumpió poniendo un dedo en mis labios, como pidiéndome silencio.
Entonces, remontamos vuelo perdiéndonos entre las nubes.
Ahí el me dijo su verdadero nombre, alejado de ese apodo infantil que le habían prodigado los medios de comunicación.
Él era Kal-El.
No pude grabar ni registrar nada. No había primicia ni nada que decir a la vuelta al diario. No podía vender este encuentro con Superman a ninguna revista.
Sólo puedo decir que él confía en mi.
Que soy su única amiga en este pandemónium de seres frágiles e ingratos.
Esa mañana, monótona y sin sobresaltos -antes de verme suspendida en los aires- estaba caminando tomando café, repasando las últimas noticias de los albores del día.
"Ese hombre, otra vez" me repetía. Clark me había mandado un mensaje diciéndome que ese día no aparecería en la redacción. Yo debía cubrirlo.
Entonces, cuando los auriculares me gritaban el último accidente de avión en el Pacifico, sentí inopinadamente que algo me estiró de los hombros hacia arriba. Comencé a flotar. Torné la mirada y era él. Él.
La incógnita ¿humana? La esperanza de la humanidad.
Me sonrió con esa sonrisa tan inocente que me recordaba a Clark.
Pero este hombre no era Clark.
Este suprahumano denotaba una seguridad y entereza que no se comparaba para nada con la timidez e inseguridad de mi nuevo colega y amigo. Clark era dulce, introvertido y, por sobre todo, callado.
El suprahumano me abrazó en los aires y me preguntó: "¿Que tal el trabajo?"
No atiné a responderle algo inmediatamente. El café, caliente, se me había derramado y tenía miedo a las alturas.
Como me miró insistentemente con esos ojos azules, le respondí temblorosa: "Estresante como siempre, sabes el editor..." Ahí me interrumpió poniendo un dedo en mis labios, como pidiéndome silencio.
Entonces, remontamos vuelo perdiéndonos entre las nubes.
Ahí el me dijo su verdadero nombre, alejado de ese apodo infantil que le habían prodigado los medios de comunicación.
Él era Kal-El.
No pude grabar ni registrar nada. No había primicia ni nada que decir a la vuelta al diario. No podía vender este encuentro con Superman a ninguna revista.
Sólo puedo decir que él confía en mi.
Que soy su única amiga en este pandemónium de seres frágiles e ingratos.
lunes, 12 de enero de 2015
Ciudadano del Imperio de Gillian Bradshaw
Un acaudalado comerciante alejandrino se enfrenta a la creciente corrupción del Estado Romano. Su origen griego lo volverá víctima de numerosas discriminaciones en el seno del Imperio, pero eso no lo detendrá para reclamar una justicia que parece imposible: conseguir que el mismísimo cónsul romano salde una deuda.
Render Unto Caesar es el título original en lengua inglesa de esta novela, que ha recibido la traducción libertina al castellano deCiudadano del Imperio, hechura de la escritora angloamericana Gillian Bradshaw.
La mujer detrás del libro
Bradshaw es una autora afamada en el mundo anglófono. Su producción se concentra en la ficción histórica, donde emprende incontables y atrapantes relatos en el escenario de la antigüedad clásica. Y no es para menos, puesto que ella tiene una formación en Estudios Clásicos. Pero también ha incursionado, aunque en menor medida, en la ciencia ficción y en la literatura infantil.
Una odisea mundanal
Cuando pensamos en relatos clásicos -de la tradición grecolatina- la mayoría de nosotros nos remitimos psicológicamente a las grandes epopeyas relatadas por Homero. También se nos vienen a la memoria personajes de la talla de Jasón y sus argonautas, Heracles (Hércules) o alguno de los héroes de Troya. En cuanto a Roma, los grandes emperadores romanos o gestas tales como la destrucción de Cartago han calado en nuestro subconsciente.
Sin embargo, aquí Bradshaw no nos propone una legendaria hazaña marcial ni alguna intriga elaborada por los dioses. No. Su argumento es más verosímil y cotidiano, pero no por ello exento de aventura y del colorido propio de un genuino viaje al pasado, con personajes fulgurantes de vida.
Hermógenes es el joven comerciante, procedente de la mítica Alejandría, que hereda un cuantioso préstamo, efectuado por el importante político romano, Tario Rufo. El político, devenido cónsul, jamás se molestó en pagar dicha deuda y ese hecho llevó a la ruina a la familia del griego.
Empero, Hermógenes, gracias a su ingenio y destreza, supo hacerse de fortuna y pudo adquirir la ciudadanía romana, algo reservado solamente a los griegos de cierta holgura. Así, a pesar de las comodidades de su nueva vida, no olvida sus ansias de justicia e insiste en ir a Roma para intentar cobrar su deuda.
En su travesía por las calles de Roma, reviviremos los aires de la ciudad paso a paso con el alejandrino. Escucharemos los bullicios de la ciudad, las conversaciones minuciosas y, entre palabras, seremos partícipes de la cotidianeidad del otrora Imperio, y de sus habitantes.
Mas, ¿Tario Rufo accederá a cumplir con su compromiso? Pues pese a su aparente opulencia y poderío político, no encontrará más camino para deshacerse de esa deuda que intentando asesinar a nuestro protagonista.
Pero Hermógenes no está solo, y aquí hace aparición el personaje más llamativo de todo el libro, Cántabra, una exgladiadora bárbara que hará de guardaespaldas del griego. Esto nos podrá parecer extravagante y hasta un delirio feminista. Pero la autora se sustenta en la historia –y lo aclara al final del libro- : es un hecho que también hubo mujeres que combatieron en la arena.
Hermógenes encarna en sí la esencia griega: comedido, racional, reflexivo. Más habilidoso con la mente y la labia que con las armas. Y es por ello que desprecia a los conquistadores romanos, a quienes considera inferiores moral y espiritualmente. Los romanos, a su vez, cultivan una profunda desconfianza hacia los griegos.
¿Qué nos ofrece?
Un ajedrez político plagado de violencia, corrupción y crimen. Una encrucijada que deberá sortear el héroe, acompañado solo por la razón y por una valerosa mujer.
Pero, en medio de todo, tendremos el placer de sumergirnos en la vida de la sociedad romana, experimentar la complejidad de la convivencia cosmopolita de Roma y los claroscuros del Imperio –tales como la pobreza y la esclavitud–.
Un libro altamente recomendable para quienes disfrutan de la ficción histórica.
¿Dónde comprar?
Quijote Música y Libros, al costo de Gs. 40.000.
domingo, 11 de enero de 2015
Paraguay, entre los países con más bajo consumo cultural de la región
El jueves 6 de noviembre de 2014, en el Archivo Nacional, la Organización de Estados Iberoamericanos, en conjunto con la Secretaría Nacional de Cultura, presentó los resultados de la Encuesta Latinoamericana de Hábitos y Prácticas Culturales correspondiente al 2013.
Los resultados arrojados para Paraguay contravienen toda expectativa ante los últimos aluviones de conciertos de artistas internacionales y la publicitada bonanza económica que suelen reiterar los medios masivos de comunicación. Las cifras resaltan una situación de suma gravedad en el ámbito cultural local.
A continuación detallamos algunas de las categorías que fueron analizadas. Las pueden ver en completo, en este enlace.
Cine
El 78% de los paraguayos no ha asistido al cine en los últimos 12 meses. El porcentaje es superado solamente por Honduras (80%) y Nicaragua (82%). Por otra parte, Costa Rica (49%), Argentina (52%) y Ecuador (53%) son los que presentan los mejores indicadores en este sentido.
Entre los motivos más esgrimidos para no acudir al cine figuran la falta de tiempo, el precio de las entradas y el desinterés ante la oferta cinematográfica.
Teatro
El 78% de los paraguayos no ha acudido al teatro jamás en su vida. Aquí Paraguay se ubica al nivel de los países centroamericanos, los cuales también presentan un muy alto desinterés en este espectáculo. El Salvador (79%), Guatemala (81%), Honduras (84%) y Nicaragua (86%) son los países centroamericanos con cifras semejantes a la paraguaya. En Sudamérica solamente Perú (76%) y Bolivia (71%) comparten con Paraguay los porcentajes más altos de no asistencia.
Los países con mayor concurrencia al teatro en Latinoamérica son: Uruguay, Argentina y Costa Rica.
Nuevamente el escaso tiempo para el ocio, el costo de las entradas y la falta de interés figuran como razones principales detrás de estas cifras
Espectáculos musicales
El 73% no ha asistido a uno en los últimos 12 meses. Paraguay nuevamente comparte sitio junto a los países centroamericanos en este respecto. Lo siguen de cerca Guatemala (77%), El Salvador (80%), Honduras (88%) y Nicaragua (88%). En Sudamérica también obtuvieron importantes porcentajes Brasil (80%) y Colombia (71%)
Los países mejor calificados fueron: Argentina (55%), Chile (58%), Perú (59%) y Ecuador (60%)
Libros
La encuesta distingue entre lectura por motivos profesionales/educativos y lectura por ocio.
- a) Lectura por motivos profesionales y educativos: Aquí Paraguay obtuvo la peor calificación de Latinoamérica junto con Chile. El 61% de los habitantes de este país nunca (o casi nunca) leen por motivos de índole profesional o académica.
Los países con mejores puntajes fueron: Costa Rica, con un 69% que sí lee, Uruguay con 64% de lectores y Ecuador con 61% de personas que recurren a la lectura para propósitos laborales y educativos.
- b) Lectura por ocio: Paraguay nuevamente encabeza la lista con la peor puntuación, junto a Honduras y Nicaragua. El 60% de los paraguayos no lee por motivos de ocio.
Los países latinoamericanos que concentran más lectores por entretenimiento y placer son: Uruguay, con 68% de lectores, Costa Rica, con 67%, México, con 65% y Argentina con 64%.
Los factores que más inciden a la hora de la lectura son el nivel socioeconómico y la educación recibida.
Las últimas categorías no dejan de espabilarnos también. La concurrencia a museos y parques está entre las más bajas de la región. Paraguay es uno de los países en donde más de la mitad de la población no ha accedido nunca a una computadora. Ni hablemos de la conexión a internet: Paraguay y Bolivia, junto a los países centroamericanos, poseen los costos más elevados de conexión y por lo tanto, la penetración de esta tecnología en la población es ínfima.
Estas estadísticas revelan fielmente realidades que nos reiteran que Paraguay no se acaba en Calle Última. Poseemos una población privada de sus derechos culturales con un importante porcentaje de profesionales que rayan en el analfabetismo.
La experta argentina Belén Igarzábal proporcionó una importante acotación con respecto a la obsoleta oposición que suele hacerse entre economía y cultura, que es una de las trabas a la hora de buscar mayor inversión pública y privada en las industrias culturales. La cultura y la economía se retroalimentan mutuamente y la cultura sí puede apoyar al crecimiento económico brindando puestos de trabajo, creando industrias, abriendo mercados y exportando valor agregado.
Es hora de que nuestros sectores público y privado abran los ojos y vean los beneficios, tanto tangibles como intangibles, de tener una población educada y con activa participación en la cultural.
¿Vivir sin autos?
Las
urbes europeas han comprendido sobremanera que los automóviles,
lejos de representar el ideal individualista de libertad, arremeten
en realidad contra la libertad misma de los ciudadanos además de
incidir negativamente en la calidad de vida de las ciudades.
A menudo nos
encontramos con noticias tales como: “Madrid prohibirá la
circulación de automóviles desde el 2020”, “La capital
finlandesa aspira a convertirse una ciudad libre de autos en el
2025”, “En Hamburgo ya no circularán automóviles en 20 años”,
y muchas más. ¿De dónde nace esta tendencia europea de querer
barrer al medio de transporte particular por excelencia?
Si fuésemos
estadounidenses, acérrimos defensores del automóvil y alérgicos al
transporte público, apuntaríamos con un dedo y acusaríamos
“Socialism!” Mas comprendemos, ante toda la evidencia, que esto
sobrepasa –o mejor dicho, ignora– la ideología y es un debate
que atañe al urbanismo, la calidad de vida y la salud pública.
La pandemia
del tráfico
El tráfico es el
desencadenante de la gran mayoría de las tragedias contemporáneas.
En primer lugar, los accidentes. Volviendo la mirada al Paraguay
tendremos que la primera causa local de muerte en los hospitales son
los accidentes de tránsito1.
La explosión
del parque automotor y, especialmente, la masificación de
motocicletas hacen que las calles paraguayas se conviertan en
escenarios macabros, donde vidas jóvenes son truncadas y muchas
otras quedan abatidas para siempre por las secuelas –tanto físicas
como psicológicas-.
Cada año se
producen en promedio 40.000 accidentes de tránsito, de los cuales el
52% corresponden a motocicletas, de acuerdo a la directora del
Programa Nacional de Control de Accidentes de Tránsito y Lesiones de
Causas Externas, Mercedes Maldonado2.
El costo diario de un paciente en terapia intensiva oscila entre los
5 y 10 millones de guaraníes y los costos totales de hospitalización
y tratamiento se sitúan entre los 50 y 70 millones de guaraníes.
Empero los
accidentes no son el único drama ocasionado por los accidentes de
tránsito. La conducción, bajo situaciones que desencadenan estrés
como el embotellamiento, el calor y el ruido, producen lo que
diversos profesionales de la salud denominan ira al volante
–conocido en inglés como road rage- La ira al volante
tiene consecuencias tangibles de gran importancia: arrestos,
accidentes, daños, demandas, muertes.
Pero esto no se
detiene allí, el estrés del tráfico afecta, no solamente la salud
psicológica, sino la física también. Enfermedades cardiacas,
trastornos del sueño, depresión, ansiedad, derrames cerebrales,
hipertensión, diabetes, sobrepeso, problemas de audición, entre
otros. Como muchos expertos afirman, el estrés del tráfico mata
lentamente. 3
Ni hablemos de los efectos sobre la salud de la contaminación
producida por los rodados.
Pedaleando en
holandés
En la ciudad de
Groninga, Holanda, el 57% de la población se desplaza en
bicicletas4.
El segundo medio de transporte más empleado es el de los autobuses.
En 1977, la
ciudad holandesa sufrió una transformación, que la salvó de la
ruina que estaba padeciendo a merced del tráfico. Áreas verdes
revistieron la ciudad, las ciclovías emergieron y se potenció el
transporte público.
Según el
urbanista Gerrit van Werven, estos cambios no se debieron
principalmente al medio ambiente –aunque sí tuvo un impacto
positivo en él-, sino que fue la economía el factor principal que
impulsó el cambio. El profesional destacó que es más económico
planificar una ciudad para ciclistas, además de que la recuperación
de la ciudad repercutió favorablemente en el empleo y comercio
citadinos.
Autos
“autónomos” ocuparán Londres en 2017
Otro sistema de
transporte público, que ya se encuentra en prueba en Inglaterra, es
el de los vehículos autónomos –es decir, sin conductores- . Para
el 2017 se pondrán en marcha centenares de unidades que circularán
a la par de los demás medios de transporte urbano.
Los vehículos
autónomos transitarán en una franja especial, y tendrán cabida
para dos personas. La trayectoria será establecida a través de
apps en los smartphones.
Helsinki sin
automóviles
La capital de
Finlandia tiene la ambición de volver redundante el empleo del
automóvil en su ciudad capital. ¿Cómo planea acometer esta
revolución? A través de una red de sistemas de transportes
alternativos, que será gestionada por internet. La red de sistemas
incluye: vehículos autónomos, bicicletas de alquiler, autobuses,
trenes, entre otros.
Según la
ingeniera en transporte finlandesa, Sonja Heikkilä, el automóvil ya
no es un símbolo de estatus para los jóvenes del país escandinavo.
La multiplicidad de opciones, el precio y la flexibilidad en cuanto a
transporte constituyen las características más valoradas. Se estima
que en 10 años se estimará obsoleto poseer un automóvil.
¿Y aquí?
La solución, a
todas luces, consiste en reconquistar la ciudad para las personas y
desplazar a los coches. Es decir, en primer lugar, buscar una mejora,
impostergable ya, para el inútil y peligroso sistema de transporte
público asunceno. Solamente de esa forma se desalentará el empleo
de medios de transporte particulares, como lo están haciendo los
europeos.
Un ejemplo de
transición puede ser el de la ciudad de París, que en el 2011
implementó un sistema de automóviles eléctricos de alquiler a
precios accesibles. Los automóviles pueden ser abordados y dejados
en cualquier punto de la ciudad, y los mismos son hallados gracias a
apps. Es el sistema de alquiler de bicicletas, pero con
automóviles eléctricos y de pequeño tamaño.
Los precios van
de 10 euros diarios, 15 euros semanales o 144 euros anuales. Las
ventajas de este sistema son numerosas. El automóvil de alquiler no
contamina, permite trasladarse a aquellas personas que carguen con
bultos o niños y, por sobre todo, no hay que preocuparse del
estacionamiento.
Sin ir más
lejos, tenemos la provincia de Salta, en el nordeste argentino, que
bien puede ser un ejemplo para Asunción. Allí el cambio en el
sistema de transporte público comenzó hace casi diez años, con
influencia del modelo exitoso en Curitiba, Brasil. En la actualidad,
los salteños pueden jactarse de colectivos económicos y
climatizados y un sistema eficiente empleado por la mayoría.
Las razones y los
ejemplos sobran, sin embargo, la falta de conciencia y la corrupción
en este país abundan. Solo habrá un cambio cuando el ciudadano
común, harto de vivir encerrado y hacinado sobre ruedas, se organice
para reclamar la ciudad. ¿Cuántas generaciones deberán pasar para
tal efecto?
1
Dato del Ministerio de Salud Pública y Bienestar Social:
http://www.mspbs.gov.py/v2/15234-ACCIDENTES-DE-TRNSITOUn-problema-de-educacin-vial-
2
http://www.ip.gov.py/index.php/noticias-destacadas/item/7190-en-paraguay-se-producen-40-000-accidentes-de-transito-anualmente
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